El desquite

Cinco meses sin vernos. cinco meses de mensajes de texto, de audios calientes, de fotos íntimas. Fotos de tu sexo cálido, húmedo, recién masturbado. Peludo o depilado.

Cinco meses de tus gemidos por audio, de masturbarnos juntos pero a la distancia.

Cinco meses en que mi erección no siente tu calidez, ni tu humedad. Que no siente tu lengua, ni tu excitación apretándome de placer.

Cinco meses que se acaban ahora. En este instante que te tengo delante de mí, en que luego de besarnos, de tocarnos, de desvestirnos, te tengo delante de mí. Desnuda por fin. Lista. sabiendo lo primero que quiero de ti. De rodillas frente a mí. Sobre una almohada que cuidan tus piernas. Mirando toda mi erección, mi pene deseoso, venoso, que solo quiere una cosa de ti. quiere ser devorado. Lamido, besado, chupado por ti. Que te lo metas todo en tu boca, como siempre te gustó, y me hagas estallar de deseo por ti, para beberte hasta última gota de leche.

Me chupas de nuevo. Juegas con mis testículos en tu boca, agarras mis nalgas y me empiezas a lamer de nuevo... mi erección. se empieza a levantar de nuevo. pero yo te quiero a ti. Quiero sorber tu humedad, lamer tus pliegues, hundir mi lengua en ti, quiero sentir tu estallido de placer primero en mi boca, mojarme los labios, beberme tus jugos de mujer excitada. Te masturbo y te chupo, hundo, uno, dos, tres dedos dentro de ti mientras te chupo y acabas toda en mi boca, llenándome con el elixir de tu goce.

Yacemos uno al lado del otro. los dos sabemos que esto apenas empieza. Que estamos por desquitarnos por el tiempo perdido, que mi erección luego de saborearte se ha puesto mejor y que ahora solo quiero estar dentro de ti. Encima tuyo, detrás de ti... hundiéndote mis ganas hasta quedar exhaustos.

Quiero saborear tus pechos, lamerlos, chuparlos. Quiero besarte cada pedacito de piel, para constatar que están ahí para mí.

Quiero morder tus nalgas, hundir mi lengua entre ellas. Darte nalgadas mientras me hundo en ti.

Quiero que me muerdas y me claves tus uñas...

Cabalgarte, mientras poseo tus pechos, y que te montes como amazona sobre mi.

Quiero en definitiva que tú sexo, húmedo, caliente, me exprima de placer hasta que nuestros cuerpos sean uno solo, que nuestros cuerpos queden embadurnados con nuestros jugos y sudores gozosos. Y hayamos consumado nuestra venganza contra este tiempo de contención en cuarentena.