Mi obra, simple y del montón

No se destruya

Fantasías del alma

Si plantas una flor dirás a escondidas: he querido a Dios, le ha respetado porque es bonito ver vivir a una flor que refleja su luz al universo entero.

No se destruya esta obra, que aunque fantasías sean del alma... mi tiempo ocupó en la cama, es prosa en verso puro y en prosa santa, es todo y nada, sí y no, nada de todo, sí de sí. Sólo a mí interesa, a nadie más. Fantasías en poesías rimando y yo con la mirada profunda pensando en el producto, en desparecer del terreno y dejar esto... sólo esto.

No se destruya esta obra de luz, pero tampoco se venda. Yo no la cedo/cedí/cederé. Y sería lo que es si alguien lo hace…

Dios presente más que nunca, tendría respuestas al respecto y con respeto le quiero y pido su gesto de recuerdo, su grata mano sobre lo cruel que me abarca. 

Gracias por leerme.