Mi inolvidable M (2)

Míranos ahora, hace un par de años perdidamente enamorados y hoy vivimos totalmente separados. Yo continúo con una vida tan simple como poco interesante, pero tú, tú ya estás por casarte. Probablemente no lo diré abiertamente a aquellos que supieron de nuestro amorío, pero espero que seas de lo más feliz.

De hecho, agradezco que tengas a una persona que te valora más de lo que yo lo hice. No hay día en que no desee regresar el tiempo a aquella tarde del 12 de diciembre del 2018 para decirte que sí, que sí mando todo al carajo por ti; no me queda de otra más que desear habértelo dicho, porque ya nada puedo cambiar. El cambio debí hacerlo cuando te tenía de frente, cuando sostenías mis manos con delicadeza y me mirabas como si nunca antes hubieras estado enamorado.

Debí hacer muchas cosas, entre ello, nunca dejarte ir.