Basura por ti

Enciendo un cigarrillo mientras pienso en la última vez que me prometí dejar esto. Las luces de la ciudad me dan un poco de alegría a mi vida y por primera vez desde que llegué a la punta del cerro, siento que no me voy a caer.

En algún punto, estás tú. Tal vez estés riéndote con tus amigas, llorando en tu habitación o masturbándote en la regadera; quién sabe, pero ahí estás.

Yo llego acá para no perderme, para sentir que pertenezco a un lugar fuera de ti. El frío me recuerda que todavía estoy vivo y que requiero ya de una chaqueta nueva. Una vida nueva.

Quién quita y tengas razón de que ya no hay solución para mí, pero aquí sigo, gastando oxígeno y siendo un desperdicio social.

¿Cómo te explico que eres mi salvación? Cómo te explico que por ti junto las fuerzas para venir hasta acá para no irme a cualquier puente y tirarme a los autos. Hago tantas cosas por ti pero, tú no las ves. No has notado como he dejado las drogas para tomar el medicamento que me prescribió el psiquiatra, no ves cómo me levanto temprano todos los días para tener un buen record en el trabajo, tú no ves cuánto me esfuerzo para ser mejor persona.

Me escupes en la cara que soy una basura chantajista, que no quieres verme hasta que notes un cambio, ¿cómo se supone que verás eso si me alejas?

Esta noche mi cigarrillo termina, pero tú prevaleces en mi vida. Y sólo porque tu existencia es suficiente motivo para continuar en este mundo, regreso a la ciudad guiándome por las luces. Porque sé que, entre esas luces, estás.