Daddy issues

Para mi viejo fue muy fácil abandonarme cuando yo ni siquiera podía murmurarle algo, pero ahora que puedo hablar, le diría hasta de lo que va a morirse algún día.

Me encanta sentarme en tus piernas y preguntarte qué viste en mí como para decidir quedarte, tú siempre dices cosas diferentes. A veces dices que fue por cómo se mueve mi trasero al caminar, otras dices que, por mi escandalosa risa, o porque supiste que escondía secretos detrás de mis ojos. Pero me gusta más cuando me dices que te gusto y ya.

"Podrías ser mi padre", te digo mientras aprietas mi cintura; "Suerte que no lo soy", dices antes de robarme los labios.

Yo me dejo besar porque pienso que no besas como los tipos de mi edad que sólo me llenan de saliva y amenazan con arrancarme la cara; no, tú besas como si llevaras toda la vida haciéndolo, pero reservando lo mejor para mí.

Yo sé que amas que sea una inexperta en todo.

Tú sabes que amo que sepas todo.

Por eso dejo que mi cuerpo se balancee sobre el tuyo, que tus manos exploren mi cuerpo hasta hacerme estremecer y que tus besos llenen los vacíos de mi interior.