CORTO RELATOS DE MI VIDA: LA ABARROTERIA DE DON BERTO PARTE 3 Y FINAL.
Por el solitario.
Enviado el 11/10/2020, clasificado en Adultos / eróticos
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Una y otra vez me hacía gemir el asqueroso, me restregaba en él y se sentía delicioso, agarraba mis nalgas con sus manotas sucias y las abría más, yo lo agarrada de sus hombros peludos, por momentos sentía asco de mí, pero esa gran polla me quedaba ajustada, no había sentido algo así nunca, por lo gruesa que era su pija rosaba todo por dentro de mí, de mi boca solo salía un ah ah, ah, ah, aha que delicia, llego el momento en que me desinhibí y lo empecé a insultar y eso pareció excitarlo mucho porque empezó a cogerme más fuerte, yo le decía viejo asqueroso me das asco ah aha aha aha ah ah, solo eso tienes ah ah ah, dame más fuerte ah ah ah más, mas, mas, métemela más adentro más mas, me levante y me di la vuelta, me volví a sentar en su pija que estaba roja a punto de estallar, pero ahora dándole la espalda me tomo por los pechos y me los apretó duro, así que yo reaccione meneándome más rápido, sentía como escurrían mis líquidos vaginales por su polla, me sentía en el cielo, yo pedía cada vez más y más, la polla del viejo no se aguadaba al contrario se ponía más dura, después de un rato me dijo que me levantara, me pare y él también, me llevó cargada hasta una mesita donde pesaban cosas, me sentó ahí, yo me acosté, primero me quito los zapatos y empezó a chupar mis pies, metía su lengua por entre mis dedos, mis uñas pintadas de rosa lo excitaban, después abrió mis piernas y me volvió a penetrar mientras seguía lamiéndome los pies, metía mi pie en su bocota y su lengua entre mis deditos, yo estaba súper excitada y le decía: hágame suya Don Berto por favor ah, ah, ah, ah, así, así, así, más por favor, más, más, más, y el viejo con esa mirada lujuriosa me decía: eres la mujer con la tetas y el culo más grande que me he cogido, de ahora en adelante serás mía cuando yo quiera, yo le respondí si si si si, las veces que quiera pero métamela más adentro ah, ah, ah, ah, aaaaaaaaa, así, así, así, así, oh, oh, oh, oh, báñenme con su leche don Berto, de pronto el viejo saco su pija de mi concha me empezó a chupar, nunca me pude resistir a una buena chupada de vagina, maldito asqueroso sabia como dar placer, metía sus dedos en mi concha y sacaba mi clítoris para lamerlo y chuparlo, yo me tapaba la boca para no gritar porque dormido en su carruaje estaba mi nene Javi, no podía detener al viejo, estaba hecho una bestia, no me soltaba la concha, al fin le dije: ya no aguanto más, por favor métamela otra vez, lo quiero adentro de mí, por favor Don Berto penétreme soy suya, el viejo al fin soltó mi vagina me tomo por la cintura y me puso boca abajo sobre la mesa, me abrió bien las piernas, metió su enorme polla por entre mis nalgas, yo le rogaba que me cogiera pero el viejo mañoso solo me la pasaba por el ano, dijo: te lo voy a meter por en medio de tus nalgas, quiso meterla en mi agujerito pero no pudo, le dije métala en mi concha viejo sucio, y él me penetró duro, di un aaaaaaaaah y empezó a arremeter contra mi concha, yo solo podía agarrarme de las orillas de la mesa mientras el maldito cerdo me fornicaba como loco, sentía su pija dura y gruesa dentro de mí, me volvía loca, al fin el viejo ya no aguanto más y soltó toda su leche dentro de mí, sentí aquello muy caliente y abundante, más que cualquier otro que me hubiese cogido antes, fue como si el marrano hubiera orinado dentro de mí, se quedó embrocado encima mío un rato, después se incorporó y saco su polla de mí, cuando me levante sentí un chorro de líquido escurriendo de mi vagina, metí mi mano entre mis piernas y aquello era asqueroso, era como engrudo blanco el que salía de mi concha, el viejo se subió el pantalón y me dijo ve al baño a limpiarte y si quieres puedes bañarte, yo ni loca me iba a bañar ahí, pase tomando un rollo de papel y fui al baño a limpiarme, cuando regrese el viejo estaba trapeando donde quedó todo manchado de mis jugos, me miro y me dijo si quieres llevarte otras cosas tómalas no es nada, empecé a tomar cosas de los estantes pero como eran muchas le pedí una caja, me dio una caja grande y una pequeña para echar todo, después me dijo: te voy a llevar a tu casa, tomo las cajas y el carruaje y metió todo a su auto, yo tome a mi hijo en bazos y nos fuimos, cuando llegue a mi casa me ayudo a sacar las cosas y las dejo en la puerta, a tiempo Migue abrió y yo le dije que metiera todo a la casa, puse a Javi en un sillón, el viejo regreso al auto y desde adentro me llamo, yo pensé en cerrar la puerta, pero recordé que necesitaría más cosas así que cerré la puerta y fui hasta el auto, me abrió la puerta y entre ya adentro con su mano sucia tomo mi cara y me beso metiendo su lengua adentro de mi boca, sentía su lengua en mi garganta, al mismo tiempo me metió la otra mano entre mis piernas y su dedo dentro de mi concha, era un viejo caliente asqueroso, lo separé de mí y dijo: bueno de ahora en adelante yo cuidare de ti y no te hará falta nada, siempre y cuando te portes bien conmigo, yo le conteste, si Don Berto así será, saco su mano de en medio de mis piernas arranco el auto y dijo, van a ver días que te voy a necesitar toda la noche, yo le contesté que no podía por mis hijos, pero el maldito respondió, bueno, entonces buscare alguien q pueda y se rio, hare lo posible por ir cuando me necesite le contesté, entonces dijo: dentro de diez días mis hijos llevaran a mi mujer de paseo y no regresarán hasta el fin de semana, así que tengo pensado un sin fin de delicias para ti, claro Don Berto contesté lo que usted quiera, bajé del auto y el viejo se fue, yo entre a la casa a darme un baño para ver si podía limpiarme de toda aquella inmundicia, cuando estábamos cenando Migue me pregunto por qué habíamos tardado tanto en regresar, y por qué ese viejo feo me había venido a dejar, yo le contesté que estaba lloviendo muy fuerte y tuvimos que esperar en la abarrotería a que pasara la lluvia, después Don Berto nos hizo el favor de traernos, por lo menos no te mojaste mamá y que rica esta la cena dijo Migue, tantas cosas que trajiste, te debe haber salido caro, yo mire toda la comida y dije dentro de mí no sabes cuánto hijo. FIN....
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