Tal vez sea mi culpa por sentir con tanta intensidad cada emoción que me provocas. De pronto soy una soñadora e imagino todo tipo de escenario que se reduce a nosotros, pero la realidad es otra ¿A qué hora la vida me hará más dura y sensata? Estoy harta de bailar en campos minados de flores y despertar en un hostil desierto.
Si me lo preguntaran, yo elegiría no volver a enamorarme. La vida sería de muchas maneras, más sencilla; podría andar por el mundo enredándome con quién sea sin sentir culpa o apego. Enamorarse, en cambio, es una mierda; sientes tantas cosas al mismo tiempo que no puedes concentrarte en lo verdaderamente importante, ¿qué le importa a los asuntos de la vida que estés enamorado? ¡Nada! la vida sigue, mi cielo. Nada, nadie se detiene. Entonces es mejor que la vida avance y no experimentar esta complicada faceta que cada vez se vuelve más repetitiva y estúpida.
Yo elijo no tener nada y vivir.
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