Contigo o sin ti, todo sigue.
Estoy tratando de asimilar este vacío que has dejado. Que en breves se que me hará una vez más, más fuerte.
Estoy archivando nuestra carpeta de planes de futuro, ilusiones y locuras para poder reabrir la mía con más ganas que nunca, porque me olvidé de mí.
Estoy volviendo a brillar por mi sola.
Cada día te necesito menos aún que compartir la vida contigo era jodidamente divertido, bonito y emocionante.
Tal vez soñáramos demasiado, o nos montáramos demasiadas películas cuál director de Hollywood. Creo que por eso ahora la realidad me ha golpeado más fuerte.
Si de una cosa estoy contenta de esta experiencia es que contigo he aprendido. En ningún momento me he cohibido de darlo todo por ti, por nosotras, porque funcionara algo tan difícil.
Me sorprendí a mi misma siendo feliz y sin que me importara nada de lo que pensaran o pudieran pensar a mi alrededor. Eso me lo llevo y lo sigo aplicando cada día.
Aquí estoy, continuando sin ti.
Orgullosa y sintiéndome plena por haberlo dado todo, por esforzarme, por no hacer las cosas a medias, por luchar por lo que he querido. ¿Y tu?
Nada se detiene y tu, tampoco me vas a detener.
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