En el sendero de mi destino estaba encontrarte. Ve a saber si eres pasajero o eterno, pero ya estás en mi alma. Y mi alma es, por naturaleza, intuitiva; se enamoró de ti sin necesidad de mucho. Es un arma de doble filo, porque bien puedo adorar todo lo que creo que eres, y al final vivir algo diferente. Pero es un riesgo que estoy dispuesta a tomar, porque pocas cosas animan tanto mi vida como estar enamorada.
Tú y yo lo sabemos, el amor es impredecible y nos tomó por sorpresa sentir cosas por alguien que apenas conoces. Se siente bien, ¿no?
Yo puedo decir con toda seguridad que lo que siento por ti me mantiene en paz y al mismo tiempo inquieta; sé que te quiero ya mismo en mi vida, pero entiendo que las mejores cosas llevan su tiempo. Debo entenderlo.
Por ahora me voy a permitir dejarme llevar, voy a dejar que mis sentimientos crezcan y seguiré soñando con tenerte.
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