La dicha de estar en paz

Persigues la paz de las alturas, y ahí nos vemos una y otra vez. Hemos asistido a las ceremonias que nos invitan a saber lo que sucede en un universo nuevo.

Nos reciclamos. Nos atemperamos. Hemos de llamar la atención sobre lo que acontece, que es mucho y bueno. Nos alentamos.

Los hechos de antaño nos llevan por sitios que nos permiten salir y seguir adelante. Nos volcamos en los espacios más hermosos.

Nos hemos aclamado en los trayectos de emociones sinceras que nos pretenden con reglas de oro. Nos aliviamos.

Las versiones de antaño se conjugan en un nuevo estadio que iremos disfrutando poco a poco. Nos entendemos. Sabemos que la dicha es estar en paz.

Juan TOMÁS FRUTOS.