Rodando spot publicitario

Aquella mañana me tocaba filmar un spot publicitario para una marca de colonias de hombre. La escena que había diseñado el director de rodaje era similar a las de siempre. Un hombre atractivo por el que se derretía una chica con cara de ponerse cachonda al acercarse a él y oler su colonia.

Cuando llegué al estudio me dirigí directamente a maquillaje que era donde estaban los dos actores. Es importante estudiar los rostros de los actores y el maquillaje aplicado para decidir la iluminación y los ángulos de las tomas.

Los dos eran atractivos. Él rondaría los veinte años y ella cerca de los treinta. La idea era que ella representara a una mujer que le doblaba la edad. El chico estaba sentado en la terraza de un bar y ella olía su fragancia al pasar por su lado. Se giraba hacia él y disimuladamente se acercaba inclinándose por detrás para olerle el cuello sin poder resistir la tentación de besárselo. El chico sorprendido se giraba y se encontraba de frente con su cara. Ella aspiraba de nuevo su olor cerrando los ojos con una sonrisa, se incorporaba y seguía su camino mientras el chico la observaba alejarse.

A partir de ahí se incluiría una foto de la colonia a publicitar y algún texto escrito junto con algún comentario que se ocuparía de añadir producción. Lo mismo de siempre. Era una escena que solo requería la toma de un plano continúo que tendría que grabar desde distintos ángulos para que después en montaje eligieran las mejores tomas e hicieran las mezclas. Cada toma se repetiría tres veces por seguridad y para obtener distintos detalles de las expresiones de los modelos.

El chico se sentaba solo en la mesa de la terraza mirando su móvil y ella se acercaba por detrás. La primera toma tuvimos que desecharla porque el chico se empezó a reír cuando ella le besó el cuello. Desechamos otra más porque ella actuó con demasiado ímpetu para lo que requería el productor.

Una vez se centraron los dos empezamos a hacer tomas aceptables. En la última tanda noté al chico un poco intranquilo y pensé que estaba cansado después de dos horas de rodaje. Era la última toma cuando el chico adelanto sus labios y la besó de verdad. Ella se retiró en un primer momento, sin embargo, enseguida se lanzó a su boca abriendo los labios y fundiéndose en un apasionado beso.

El director me hizo señas para que siguiera grabando y al resto del personal que se mantuvieran quietos como si fuera parte del rodaje. Amplié zoom para captar la escena en un primer plano.

La chica se sentó en las piernas de él sin dejar de besarle y le acarició el pecho metiendo la mano por la abertura de la camisa. Él la imitó y le acarició los pechos descontrolándose la escena. Dirigió la mano a la bragueta de él y empezó a masajearle primero por encima del pantalón y después con el pene fuera, olvidándose de la cámara y de todos los presentes.

Se sentó de espaldas a él con la falda subida hasta la cintura y retirándose las bragas se introdujo el pene para empezar a trotar sobre él. En cuanto se corrió se levantó dejando al chico con cara de circunstancias, excitado y sin eyacular. Se arrodilló delante de él y se la chupó hasta que el chico se corrió en su boca. Hizo señas a los asistentes para que le facilitaran un pañuelo de papel y escupió el semen limpiándose después los labios.

Se incorporó y pidió disculpas explicando había sido un arrebato y no había podido controlarse. El director ordenó “corten” y deje de grabar sin dar crédito a la escena de la que había sido testigo. Antes de dejar de grabar enfoqué a la cara del chico en un primer plano y estaba blanco. La modelo dijo que quería una copia con el permiso del chico y del director y acordamos facilitarles una a cada uno una vez editada.

Me fui a la furgoneta, pasé todo lo grabado al ordenador para facilitárselo a producción en una tarjeta de datos y me despedí. Cuando llegué a casa encendí el ordenador y busqué la escena grabada. La visioné varias veces mientras me masturbaba.