humanos con los animales

  Hace unos días me encontraba platicando con mi patrona. La conversación inició cuando vimos un perrito desamparado caminar por afuera del negocio. Mi patrona alegaba sobre la crueldad de las personas al dejar así a un pobre animal. Yo no le discutía nada sobre ese tema. Para mí era común ver este tipo de situaciones.

  Conforme transcurría la plática, más renegaba la patrona. Parecía seríamente indignada. Me informó que ella refugiaba seis o siete perros en su casa. Hasta cierto punto me pareció exagerado albergar a tantos perros en una casa tan pequeña como la de ella. Y si sumamos la poca colaboración que le prestaba su familia, más, la decadente economía que padecían, me parecia una completamente innecesario.

  Cuando mi patrona llegó al borde de la indignación (que ya era más un drama), me sentí harto, enfadado y ofuscado. Sin más que un poco de tacto, le hize saber lo que pensaba al respecto. Se quedo callada durante un momento. Talvez organizaba sus pensamientos, o quiza buscaba una buena respuesta que darme. Pero no encontró ninguna. Sólo dijo.

  - Es que yo soy muy humana con los animales.

  Se me hizo una respuesta estúpida. No podía concevir esa idea en mi cabeza. Para mí, era una total contradicción. Mientras luchaba por no cerrar mi mente y dar paso, o un espacio para la mentalidad que me proponía, llegó al negocio mi compañero, que venía de hacer un servicio a domicilio. Justo cuando entraba, se levantó mi patrona y con furia en la voz, comenzó a regañarlo. Fue una reacción instintiva, animal. Se me figuraba ver a un perro haciendo una rabieta.

  Fue en ese momento cuando comprendí lo que quería decir. Esperé a que terminara de regañar a mi compañero, y le dije.

  - Ya veo porqué eres humana con los animales. Porque estando con humanos eres un animal.