Lo sentimos.
Nos entusiasmamos con la mirada.
Nos captamos con la máxima capacitación.
Nos entendemos.
Nos enamoramos del día.
Estamos juntos:
eso ayuda a vivir
una visión maravillosa,
querida, sólida, única,
llena de senderos perfectos.
Nos queremos.
Contribuimos
con presencias maravillosas
que nos endulzan la jornada.
Todo funciona como perfecto.
Hemos quedado antes
con la sonrisa a medias,
con la ilusión de seguir
hacia el lado más estimulante.
Mudamos.
Nos cantamos
como si el mundo renaciera
en cada esquina,
que puede que sea así.
Nos hemos enseñado a continuar
por cada senda maravillosa.
Nos expresamos
con todo el honor posible.
Nos leemos
con la voluntad de ser
entre querencias muy nobles.
Nos hemos entendido
con rarezas que entroncan
con la pasión que sentimos
el uno por el otro.
Andamos, corremos, nos señalamos.
Hemos de pensar
que todo es ya factible,
y lo será.
Juan Tomás Frutos.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales