Tus brazos rodeaban mi cuerpo desnudo mientras te daba la espalda. Susurrabas a mi oído un par de promesas que yo sabía que no se cumplirían, ya en pasado otros labios me lo habían jurado. No te voy negar que mi corazón se alborotaba con la idea de hacer realidad todo aquello de lo que hablabas, sólo que la razón me hacía poner los pies sobre la tierra.
Amarte es fácil, dejo que mi instinto me guíe si estoy a tu lado, pero he de ser razonable y saber que no todo irá siempre viento en popa. Todavía me falta saber si estaremos en las peores y seguiremos amándonos como hasta hoy, todavía me falta conocer tu lado más oscuro y te queda mucho que explorar sobre mí. Hemos sido tan honestos, pero ello no significa que hayamos terminado de conocernos.
Me entusiasma seguir descubriéndote, seguir enamorándome de cada aspecto tuyo y soltarme por completo a nuestro amor. Pero avanzamos a buen paso, no hay porqué apresurar nada.
Por ahora, antes de que los malos tiempos lleguen, quiero disfrutarte y perderme completamente en ti; quiero seguir tomando tu mano sin miedo a que me sueltes; quiero seguirte viendo a los ojos sin nada que reclamarte o reprocharte; quiero seguirte besando con los ojos cerrados porque confío en ti… quiero seguir pensando que somos ideales.
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