Denunciar relato
Busqué en tus labios dormidos
los besos del ayer, redivivos.
Solo encontré mi propia debilidad
hacia ti y mi amor reflejado
en tu adiós.
Mísero de mi!
Te pedí relaciones por última vez.
Tu crueldad no quiso negarlas.
Y sentí entre mis brazos
el fulgor lejano
de una estatua griega.
Con el corazón vuelto ceniza
te escribí una nota:
Vivirá mi alma contra ti,
y te hallare en el rojo arrebol,
sangre del cielo,
Vivirá mi alma repetí
mientras te marchabas.
Y musite una oración eterna
que aún repito en soledad.
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