Denunciar relato
La tristeza me invade, las sombras me acechan, el miedo me aprieta sin dejarme respirar.
¿La volveré a ver? Seguro que sí, lucharé por ello.
Su olor permanece en mis cosas y su sonrisa en mi memoria, pero no tengo su alegria, mis oídos necesitan su voz y mi mano acariciar su piel.
Hecho de menos su calor, su luz irradia energía, causa de la vida... culpable del amor.
La distancia es el peor de los castigos, pero como el sol, sus rayos siguen alcanzandome, me contagian su alegria y me recuerda cada amanecer que aún sigues ahí, mi enfermedad solo se curará con tu luz, La luz Polar.
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