Y, ¿cómo sugieres que lo hagamos?Dijo Maximilio; con claro signo de aceptación. Porque, si bien, la idea me resulta excitante, aparte de romántica por la similitud con las órdenes militares medievales; me gustaría saber ¿en qué consistiría exactamente nuestra empresa? ¿Se trataría, acaso, de una hermandad clandestina, con maléficos deseos de dominar el mundo?, o por el contario, ¿algo menos perverso? Si es así, quiero que empecemos cuanto antes a discutir los términos y la profundidad del asunto. Para descartarlo, o seguir adelante con tan intrigante misión y así, saber, qué terreno estamos pisando. Deduzco que al plantearnos esta cuestión, Raúl, tú sí que habrás ido más allá de la mera descripción y bautismo de la mencionada hermandad. Conociéndote, como creo conocerte, seguramente, habrás plasmado en papel de forma pormenorizada la trama y, no creo que sea demasiado aventurado suponer, que incluso hayas pensado ya, quiénes formaremos parte de ella.
¡Bien me conoces Maxi! Dijo Raúl esbozando una amplia sonrisa de complicidad. Empezaremos por mantener reuniones periódicamente, en las que todos, absolutamente, seamos partícipes de la génesis de la hermandad, con objeto de procurar no dejar ningún cabo suelto en lo tocante a la organización y, sobre todo, que sea lo más estanca posible. Debemos impedir a toda costa, que se filtre la mínima información. Por insignificante que parezca. Cuando comprendamos que está todo de acuerdo a los criterios que hemos fijado en un principio, podemos decidir cuáles serán los objetivos en los que podemos intervenir. Y para su consecución, debemos trazar un plan descriptivo a seguir.
Efectivamente, como bien dices tú, Maxi, he preparado un esbozo de lo que podría ser. He pensado, que seremos diez miembros en la junta, divididos en dos grupos. Fiscales y abogados defensores. A los cinco fiscales les corresponderá elegir cinco individuos que representen a un colectivo de la sociedad y, argumentar el porqué de su elección. A los cinco defensores les corresponderá refutar el argumento expuesto por los primeros, de manera que cada miembro del primer grupo elige y justifica el porqué de su elección. Posteriormente se echa a suertes quién tendrá que rebatir, la tesis expuesta por el otro y, finalmente, se realiza una votación, cuyo resultado dependerá de la decisión unánime. Así pues, a estos diez miembros, nos corresponde ser el resorte que ponga en marcha toda la maquinaria que haga sacudir de su letargo a esta sociedad nuestra. Esta sociedad atestada de seres egoístas que pululan por la vida sin destino, como las pavesas en la corriente ascendiente de una gran fogata.
Entonces tomó la palabra Héctor Aliaga, que hasta el momento había permanecido escuchando sin perder detalle de cuanto allí se decía y comenzó su discurso diciendo:
Todo esto me parece muy bien. Y por cierto. Te ha quedado muy poético lo de las pavesas. Lo único que me inquieta, pero que quede claro, no me arredra en absoluto, es lo que dices de la estanqueidad de todo cuanto tratemos en nuestras reuniones. Esto me hace suponer que las acciones que llevaremos a cabo pueden estar al límite de la ley, o incluso sobrepasarlo. Si efectivamente va a ser así, convengo que debemos ser más que escrupulosos con ello. Es más, si estoy en lo cierto, propongo que desde ahora mismo, nos juramentemos y firmemos un documento que nos comprometa a todos y cada uno. Con ello creo que podemos evitar la deslealtad por parte de cualquiera.
He de confesaros que me entusiasma la idea y lo tomaré como un reto personal. Creo, sin ánimo de ser petulante, que estaremos a la altura de cuanto se nos exige en esta empresa. Al mismo tiempo, nos servirá para dar otro sentido a nuestras vidas un tanto rutinarias. Nos hemos acostumbrado únicamente a ganar dinero sin pensar en nada más. Es hora ya de que hagamos algo más trascendental, algo que deje constancia de nuestro paso por esta tediosa vida. Hagamos como el grito que lanza la humanidad que nos lleva delantera; grito de desesperación, al encontrar el caos y la nada al fin del viaje. <<Destruyamos todo y veamos lo que sale. Ya sabemos lo pasado. Hasta el presente, es pasado ya para nosotros. Pues lancémonos a ojos cerrados. Si todo está tan mal como parece; reorganicémoslo>>...(Continuará)
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