El camino.

No rehuyas ni abandones un camino por encontrarte obstáculos en él, sin asegurarte si es el correcto o no. 

Lo fácil casi nunca compagina con lo correcto. 

Los caminos duros fortalecen el alma, curten, y te hacen sentirte satisfecho cuando lo terminas. 

Lo fácil, evitando lo correcto, te lleva a tener todo difícil... Cuando lo acabas.