El chico del callejón Parte II

Continuación...

Me levanto, me pongo un sweater sobre el pijama y me asomo un poco por la ventana, seguía allí. Mirando fijamente. Bajé, abrí la puerta y crucé la calle.

Y si, la prudencia no es mi fuerte.

Estamos frente a frente, parecía algo sorprendido, bueno, yo también lo estaba. ¿Y ahora? El pobre chico se veía bastante mareado, pero por el bulto en su pantalón eso no evitaba que ciertas cosas siguieran en funcionamiento. Caminamos hacia el callejón sin decir una palabra, estábamos a unos cuantos pasos de distancia. Me empuja a la pared, mete una mano por debajo de mi pijama y me aprieta con su cuerpo. Llega a mí una mezcla de alcohol y perfume de hombre. Yo estaba en automático, mi conciencia la dejé allá en la cama durmiendo. Arrancó mi pijama que quedó hecha tirones. Nos besamos apasionadamente, mordía mis labios mientras metía sus dedos dentro de mí con movimientos agiles y sincronizados. No podía más estaba demasiado húmeda. Lo empujé con fuerza y me miró confundido. Entonces me di vuelta y me incliné un poco sobre la pared. Me tomó de la cintura y entró en mí con fuerza mientras pescaba urgentemente mis pechos. Me envistió hasta que no pudo más y se vino en mi espalda. Luego perdió el equilibrio y cayó dormido en el piso. Alcancé a ver un poco su cara antes de irme. Creo que era un poco más joven de lo que pensaba.

Subí al departamento esperando no despertar a nadie y que viera mis condiciones. Me metí en la cama y me toqué hasta que llegué en una explosión de lujuria.

No me quedé dormida, me desmayé en un momento dado.

Abrí los ojos, era de día. Tenía mis manos aún en mis partes íntimas. Me estiré un poco en la cama y luego me levanté. Me asomé a la ventana, el chico no estaba. Luego me miré en el espejo y mi pijama estaba en perfectas condiciones.

Sí, todo había sido un sueño.