Cuando Nicolás entró, un piano se escuchaba desde algún punto de la casa. Beatrice lo condujo a través del living hasta el comedor y, finalmente, hasta una puerta semiabierta detrás de la cual pudo ver a Lucio sentado, tocando.
_ Pase._ Le dijo Beatrice en voz baja y Nicolás, tímidamente, dio un paso adelante al tiempo que la madre se marchaba.
Lucio seguía ejecutando una melodía en Re menor, quizás sin advertir la presencia de Briski. Estaba con el torso desnudo, despeinado, descalzo y con un pantalón de Jean desgastado que le quedaba algo ajustado, arremangado hasta la rodilla de un solo lado.
_ Sé que estás atrás mío._ Dijo sorpresivamente, sin dejar de tocar, sin darse vuelta._ Te escuché venir.
_ Y eso que el piano suena fuerte._ Briski se sonrió y se acercó a él.
Lucio dejó de tocar abruptamente y lo miró:
_ Soy muy sensible al ruido, aún cuando la música sea el Logos divino bajado del universo incognoscible de los arcanos del tiempo.
_ Eso que estabas tocando ¿lo compusiste vos?_ Nicolás señaló unos pentagramas casi deshechos que Lucio tenía en frente. Sin duda alguna, era su letra.
_ No Yo solamente lo escuché.
_ ¿Y de quién es la canción?
_ ¡No es una canción!
_ ¿Qué es?
_ Es lo que ustedes llaman alucinación auditiva.
_ Entonces sos el compositor
_ Te dije que yo no yo solamente la escuché.
_ Pero era tu alucinación, es tuya.
_ No es mía, yo no la compuse ¿no querés entender, eh? Yo simplemente la escuché.
_ ¿Entonces quién la compuso?
_ No sé, algún libre espíritu.
_ ¿Cómo se titula?
_ No tiene título
_ ¿Y no vas a ponerle ninguno?
_ Cuando lo vea le pregunto.
_ ¿A quién, qué cosa?
_ Al compositor, el título.
Lucio parecía nervioso. Se movía mucho y estaba transpirando.
_ Y la otra está detrás de la puerta._ Dijo de pronto.
_ ¿Quién?
_ Mi mujer.
Cuando Leticia entró, se interrumpió la breve confusión en la mente de Briski.
_ Perdón._ Dijo ella._ Recién llego._ Saludó a Nicolás y luego besó a Lucio en la boca.
_ Cómo se nota que estás sin medicación
_ ¿No te gusta el verdadero Lucio?
_ Estás transpirado _ Leticia le besó la frente._ ¿Por qué no te vestís?
_ No quiero.
Leticia miró a Nicolás con un gesto irónico. A continuación dijo los dejo y se marchó, cerrando la puerta detrás de sí.
_ Suele espiarme _ Comentó Lucio, con la mirada puesta en sus propios pies.
_ ¿Por qué?
_ Tiene miedo de que me suicide.
_ ¿Cómo lo sabés?
Lucio levantó su mirada y clavó sus ojos sobresaltados en Briski.
_ Porque llevamos veinticinco años de casados._ Contestó._ La conozco más que a la palma de mi mano y la venero más que al Sol, que es el astro que hizo posible la vida en este sistema de mierda gravitatoria Aunque ahora que lo pienso no fue el Sol fue el grado de inclinación que tiene la Tierra veintitrés grados eso la venero más que a esos veintitrés grados.
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