Don hipócrita exige respeto, pero él no respeta.
Agrede a quienes están tranquilos pero si los demás se molestan por su adicción a la ignorancia o sus pestilentes flatulencias, se queja.
Don hipócrita exige respeto, pero él no respeta.
Cree que se la sabe todas, pero la matriz ejerce un control férreo en él. Se cree lo que le dicen los medios. Es temeroso y contagia el miedo a quienes se atreven a soñar. Él quiere romper los sueños de todos porque es demasiado cobarde para soñar.
Don Hipócrita se la pasó siendo un instrumento del sistema, sistema que defiende y critica quejándose de las consecuencias de sus propias decisiones.
Don hipócrita exige respeto, pero él no respeta.
Su ignorancia es suficiente para transformar la energía de los demás y agotarla por completo.
Don hipócrita es un tipo duro, arrogante, creído y autoritario y encima, exige que lo llame padre.
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