Mariana se levantó un día sin saber que hacer
Los pies, por si solos, la pusieron en pie
Extrañada les dejó acercarla a la ventana
Para que disfrutara del frescor de la mañana
Mariana no sabía muy bien que le pasaba
Pero seguía a su cuerpo halla donde la llevara
Sus manos perfectas se acercaron a su cara
Y empaparon su rostro de simple agua clara
Mariana dudaba pero no podía hacer gran cosa
Su cuerpo la desplazaba grácil y hermosa
Miraba extrañada su deambular por la casa
Sin poder hacer más que ver lo que pasa
De pronto, Mariana se asusta al ver una caja
Donde la quieren meter aún siendo tan baja
Dentro de ella se desploma como un muerto
Cuando unos largos hilos le rodean todo el cuerpo
Mariana asustada no sabe a donde va
no cree posible que la vuelvan a engañar
Unas simples lágrimas de sus ojos se escapan
Cuando escucha la música y los hilos la sacan
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