EN MI OFICINA

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
13682 visitas

Marcar como relato favorito

Estoy hablando por el móvil con un cliente cuando me llama Carolina por el teléfono interior y me dice que Marta, mi mujer, está subiendo en el ascensor y viene como un Miura. Sonrío y le digo al cliente que de acuerdo a lo que me propone, lo tengo que analizar y le informo. Lo que quiero es colgar cuanto antes porque no sé cuáles son las intenciones de mi mujer irrumpiendo así en la empresa, aunque me lo imagino.

El ascensor llega a la planta y Marta sale casi corriendo. Entra en las oficinas de la empresa y ya Carolina se ha levantado de su mesa para recibirla. Ellas son amigas desde hace años y fue mi mujer la que me pidió por favor que la contratara cuando se jubiló mi anterior secretaria y la verdad fue un acierto, es eficiente, discreta y “muy servicial”. Además de mis asuntos profesionales se ocupa de los particulares de mi mujer.

Vente conmigo al despacho de Javier. Vengo desatada y con urgencia – le dice abriéndose el abrigo y mostrando que tiene la falda subida hasta el ombligo y las bragas en la mano. Al pasar por su lado se las mete en la boca a Carolina

Entra en el despacho y sin mediar palabra me retira un poco la silla con ruedas de la mesa y se sienta encima de la mesa con las piernas abiertas, enseñándome el coño chorreando. Detrás entra Carolina, cierra la puerta y se coloca a nuestro lado mientras se desabotona la blusa.

Marta le sube el sujetador y se apodera con la boca de un pecho mientras me tira del pelo para pegar mi boca a su coño. Carolina se sube la falda y yo le bajo las bragas. Es increíble lo rápido que se excita esta chica, ya tiene el coño preparado y le meto dos dedos.

Folló a una con la mano y le como el coño a la otra. Intento mantenerme lo más relajado posible porque sé lo que me espera, entre las dos me van a dejar seco y la polla escocida, las conozco muy bien. Sé que al final acabaran corriéndose entre ellas unas cuantas veces más, cuando yo ya no dé para más.

Marta se tumba en la mesa y levanta las piernas todo lo que puede, es su forma de decirme que quiere que le chupe el culo. Paso un par de veces la lengua por los arrugados pliegues y meto la lengua. Carolina me sustituye comiéndole el coño y le meto media mano en la raja. Marta se acaba corriendo con tanto estímulo además de los que ella misma se prodiga apretándose los pezones.

Cuando su respiración se calma un poco, Carolina se sube a la mesa y le pone el coño en la boca, se echa hacia delante y pone su boca en el sexo de Marta. Tengo la polla dura y se la meto a mi mujer en el culo, de vez en cuando se la saco para que mi secretaria me la chupe alternando el culo de una con la boca de la otra.

Se corren siendo bastante escandalosas, dicen que así los orgasmos son más intensos y liberadores y la verdad es que me gusta escucharlas. Empiezo a notar que me voy a correr y elijo hacerlo en la boca de Carolina, sé que a Marta le encanta chupar mi semen en la boca de su amiga.

Cuando acaba de escurrirme la polla con los labios se la meto a mi mujer de nuevo. Carolina se incorpora y busca la boca de Marta, se funden un beso y entran en una batalla de lenguas. Las dos buscan fundir mi semen con sus salivas hasta que desaparezca por sus gargantas.

Carolina se sienta encima de los pechos de Marta, adelanta el pubis hasta dejarlo a la altura de su boca y apoya las manos a los lados de Marta. Me coloco detrás de ella y me ocupo de sus pechos, los tiene grandes y con los pezones de punta. Se los retuerzo y gime de dolor y placer. Entre los dos la estamos llevando a un nuevo orgasmo que intenta retener hasta que no puede más y estalla. Toda la humedad de su coño está ahora en la cara y los labios de mi mujer.

Marta se afana en chupar todos los jugos del pacer de Carolina. Las dos se incorporan y se bajan de la mesa. Se que es mi turno porque se ponen una a cada lado y me chupan los pezones hasta que empiezan a morderlos, despacio primero y con saña después. Vuelvo a tener la polla dura.

Marta me la chupa y Carolina me abre los glúteos para poner la lengua en medio, poco a poco me la va metiendo y cuando empieza el baile hacia dentro y hacia fuera, coloco a mi mujer de rodillas en mi butaca con el culo en pompa.

De un solo golpe se la meto hasta dentro y noto que la presión en el culo aumenta, me acaba de meter al menos dos dedos. Empiezo a follar el culo de Marta y la presión dentro del culo me hace daño, Carolina ha metido más dedos y cada vez que me penetra es como si tuviera la mano dentro.

No aguanto más y me corro dentro del culo de mi mujer. La mano de Carolina me abandona por detrás y se pone a comerle el culo a Marta mientras recoge con la lengua el semen que va saliendo.

Se meten en mi aseo y oigo correr el gua de la ducha. Espero a que terminen para entrar yo, pero tardan demasiado. Al poco vuelvo a escuchar sus gemidos y entro en el baño. Se están masturbándose una a la otra mientras el agua de la ducha les recorre el cuerpo. Son insaciables las dos.

Un cuarto de hora más tarde Marta me da un beso y se marcha. Carolina me trae una carpeta de expedientes que tengo que revisar y me deja solo. Ahora a trabajar que se me ha echado encima la hora de la comida y he quedado con un cliente en el restaurante.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed