Recuerdos de verano

No hay nada más ridículo que yo recordándote a media noche. Me pregunto por qué te recuerdo con tanto fervor, cuando todo acabó de la peor manera para nosotros. Hoy nos miramos de reojo desde otros brazos, no podemos huir de los recuerdos ni olvidar lo que nos prometimos; pero ya somos pasado, ya nos dejamos ir, ¿por qué seguimos al pendiente de la vida de cada uno? 

Siento que mi ser todavía está procesando todos los eventos que desencadenaron el final, releer mi diario me hace ver que hace un año yo todavía te amaba y te odiaba al mismo tiempo. Son páginas y páginas de una mujer rogando por tu regreso, pero agradezco no haber cedido a los arranques de mi soledad. Qué bueno que nunca te busqué. 

Definitivamente merecíamos algo mejor, quizás más tiempo, más momentos, más amor; sin embargo, la vida nos ha puesto en un mejor camino. Y no está mal echar un vistazo al pasado de vez en cuando, entiendo que te voy a recordar siempre como mi eterno verano, siempre voy a recordar cuánto nos amamos... pero también cuanto daño nos hicimos. Seguiré caminando de la mano de alguien más y cada cierto tiempo miraré hacia nuestra historia sólo para recordarme que siempre llega alguien mejor.