DE TARDE.
Caminaban por la peatonal, miraban con ojos soñadores cosas que no les interesaban. En un momento Néstor le dijo:
¿Sabes, te pareces a Tracy Lynn Taylor, la actriz de cine? Me recalienta esa mina.
¿Te parece?, dijo, y en seguida miró su reflejo en la vidriera por la que pasaban. Se imaginó dentro del vestido rojo que tenía en casa, parecido al de la última película de Tracy Lynn Taylor.
ESA NOCHE.
Cuanto Néstor apareció por su departamento, lo recibió con el vestido rojo puesto.
Vestida para matar, dijo él, y no dejó que se lo quitara mientras se amaban.
POR LA MAÑANA.
Julio, Julio, llamó la secretaria, pero él no la escuchaba, aún recordaba la noche anterior cuando Néstor le decía al oído, entre jadeos entrecortados: "Te amo Tracy Lynn, te amo Tracy Lynn".
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