Águila y gorrión

"Prefiero vivir como un gorrión que morir siendo un Águila". 

Un día escuché esta frase y no me gustó nada. No hay que renunciar a ser águila por miedo a las alturas ; hay que armarse de buenas alas e intensificar la vista. 

Siendo águila se tiene mejor paronámica, mayor perspectiva y más conocimiento sobre lo que te rodea. Todo eso supera al vértigo, y pensar que también el gorrión acaba muriendo. Todo forma parte del hábitat; el gorrión sobrevive en lo urbano y en los árboles, y el águila sobrevuela el mundo sin miedo, sin temor a las tempestades, no por no tenerlas respeto, sino por la confianza en sus alas. Todo tiene perdón menos no ser uno mismo.