Los dogmas son ideas que, mayoritariamente, necesitan de enemigos y de otras doctrinas opuestas.
Son peligrosos, en primer lugar, porque se retroalimentan de otros, buscando la confrontación y la impersonalidad del individuo. Tratan de deshumanizar al oponente y alaban al que ideológicamente "está con él".
Nada ni nadie que tenga que justificar su existencia en contra de algo o alguien, por sistema, puede ser bueno. Los dogmáticos suelen criticar acciones, sobretodo, si las hace ese enemigo imaginario que necesitan tener, y ante la misma acción, llenarla de eufemismos y coartadas si es "de los suyos".
Se acaban "comiendo" la libertad, la dignidad y acaban devorando al individuo como persona.
Condicionan y manipulan al que está en alguno de ellos, y te hacen ver que no eres nadie sin ellos.
Engloban y generalizan, colectivizan todo en una falsa unión. No admiten el libre pensamiento, y si lo ejerces te estigmatizan.
Yo pienso y creo que cada persona se tiene que desarrollar en todo su esplendor, con las mínimas ataduras, y pensando que en la pluralidad está el desarrollo y el progreso.
La felicidad es hija de la libertad, y su nexo de unión es para siempre e indestructible.
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