¡Universo, ayudame, quiero ayudar y no se como! II

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La semana pasada me llamó mi hermana, mi hermana de otra madre que se siente más hermana que la real.

Mi hermana, la que habla otro idioma, la que es de otra cultura, y me idolatra.

La hermana que me cuidó cuando la necesitaba.

Ella me llamo, y no estaba yo en situación de ayudar.me tome dos días para prepararme, y entonces, me puse a su servicio, le pregunté a mi hermana que era lo que le estaba pasando, le escuche por tiempo y la abrace, le dije que haría todo lo que pudiera para ayudarla y que pidiera, ella me pidió dinero.

Yo al principio me quedé sorprendida, yo quería sanarla, yo quería darle mi amor, yo quería darle mi visión del mundo y de cómo debiera ser ella. Yo quería inundarla con mis experiencias y todo el conocimiento adquirido.

Yo me quedé defraudada.

Hasta que empecé a respirar de nuevo, de forma consciente.

Ella me había pedido dinero, y para enviárselo, necesitaba que me contara más cosas sobre ella, necesitaba que estuviéramos alineadas con un propósito similar. Yo estar por ella, como ella lo necesitaba, y para ello estar plenamente presente, sortear los problemas y estar centrada en mi visión final de ambas estar contentas y satisfechas.

Ahí, fue cuando vi la sabiduría en mi hermana, y como el universo como siempre me estaba dando lecciones.

El sanar a la gente y a mi misma no ocurre meditando, en mi cama, cubierta con una mosquitera para  mantener fuera los dichosos mosquitos.

El ayudar a mejorar el mundo estando presente, precisamente es eso, cuidarme yo para poder estar presente por otros, sabiendo que cuando soy yo misma y me alineo con otra gente, ahí les doy lo mejor de mi misma. Cuando estoy por otros, es cuando voy un poco más allá, cuando emulo a la madre naturaleza, al padre sol y a la hermana luna.

En ese momento me llené de importancia, me creí alguien grande, con un gran propósito, ayudar al resto, estar por otros, mejorar el universo.

Y oí una voz que se reía, eran risas de bebes, gorgogeos.

Era el universo hablándome:

- María, diviértete, juega al juego de hacer el amor, juega al juego de ver el mundo con los ojos del asombro, juega, diviértete como la niña que eres, y duerme, cuanto toque, como el ser inmortal que eres, sabiendo que todo está bien.

El universo siguió:

- La gratitud está muy bien, pero es solo una escalera que te lleva a ser puramente quien eres, no te contentes con la gratitud, vete a por la pasión, a por las risas, a por la alergia pura. Porque eso es quien tú eres.

- Que la gratitud sea tu herramienta, con la que atornillar los tornillos del coche que te lleva a tu destino.

- ¿Que más quieres decirme? - Le pregunté al universo.

- Que te dejes de preocupar tanto, que te dejes de preocupar de los detalles, que te centres en ser feliz, que, naturalmente cuidas de la gente, que eres generosa, así que empieza a soñar grande, en cómo ayudar a los tuyos cercanos y a los tuyos no tan cercanos. Por que esa es quien eres, una persona tan tan centrada en mejorar el universo, que lo haces con tu presencia, así pues, honranos con tu presencia.

- Se quien eres realmente, no solo la ama de casa que cuida de los suyos, sino también la ingeniera que viaja a los países que categorizamos como pobres para que las familias puedan seguir teniendo su vida tradicional, con un poco de tu ayuda, para darse a conocer y que el mundo que llamamos rico, pueda recibir la presencia de los países que llamamos pobres.

- Ayuda a que los mundos se conecten, porque los que se creen ricos necesitan a los que ellos creen que son pobres, para aprender lo que realmente significa vivir en abundancia.

- Pero, universo, yo no estoy preparada, todavía tengo dudas, mi relación con mis padres podría mejorar, y con los de casa, y con mi tío, pero la de trabajo que tengo que hacer con mi tío. Universo, te tienes que estar equivocando, yo no estoy preparada. - Respondo.

- JAJAJA. - Oigo al universo.

- JAJAJA. - Sigo oyendo.

- Pero María, desde cuando estar preparada tiene nada que ver contigo. ¿Por qué tienes tanto miedo? ¿Por qué no confías? - Me pregunta el universo.

En ese momento siento el cariño de una madre, y de una abuela, de todas las mujeres de mi estirpe, ya sean de la familia que se elije o de la familia que se es.

- Maria, esta muy bien ser hombre, y controlar, y querer dominar la situación y saber solucionar problemas. Y tú tienes mucho de eso. Y eres también mujer, eres empática y emotiva, sabes conectar, sabes hacer a la gente saber que estás por ellos, sabes hacerles sentir cómodos. Y sobretodo eres una con el universo, y sabes que tus sueños se cumplen, sobretodo los que nacen en el corazón.

- Así pues, sueña, con ese mundo donde la gente conecta, donde los unos se ayudan a los otros, donde tú con tus destornilladores, tus sartenes y tus cuentos ayudas a que el mundo sea un lugar mejor. - Sigue el universo.

- Sueña, llénate de esa energía, y despiértate, pon los dos pies en el suelo, y estate presente, con tu pelo despeinado, con las horquillas tratando de darle forma y todo lo demás que tu presencia emana. - Me sigue diciendo el universo.

- Llevas 40 años en este mundo, y muchos diciendo que quieres hacer cosas para nosotros, pues empieza a hacerlo. Estate presente, y sé tú misma. Eres muy buena con la gente, se te dan bien, y mucho mejor los grupos, con tu mera presencia el grupo se hace más consistente y sobretodo se autorregula.

- Pero no se por donde empezar. - Sigo.

- Llevo toda mi vida haciendo cosas por el resto, y ahora, ¿como empiezo? - Pregunto.

- Haz lo que te divierta, cuando estés cansada, para, cuando quieras enfadarte, enfádate, cuando quieras reír, ríe. Sobretodo, sigue viendo tus visiones y proyectandolas. Habla de lo que te funciona y de lo que no, pide ayuda, y sobretodo, date, compártete, date al universo, desde el cariño, desde las risas, desde la curiosidad por ver como es el camino hasta tus sueños y más allá.

- Pero, ¿esa es toda la guia que me vais a dar? - Pregunto apesadumbrada.

- María, tú creas tu realidad. Nosotros podemos ser tus mejores amigos, si nos dejas. - Me responde el universo.

Ahí, me callo, no se que decir, un mundo de posibilidades se abre ante mi y no sé hacia donde ir.

Vuelvo a oír los gorgogeos.

- Empecemos por el principio. - Me dice el universo.

- Empieza por hacer tu propia cama y ayudar a tu madre con las compras, asegúrate de que tu hermana está bien, y sigue centrándote en cuidarte para cuidar del resto. - Sigue el universo.

- Recuerda, el amor es la clave, ama lo que hagas, haz lo que amas. - Concluye el universo. 

 


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