Denunciar relato
La obscura sombra de Odio aguardába en la callejuelá sin salida
A corridillas pasó una bella mujer
Alma noble y generosa la Sombra no
pudo entrar en ellá
Paso un carro policial. La sombra de mimétizo con la luz roja de la alarma.
Un llamado de radio despávilo al joven policía. Tarde.
La Sombra cargo con vibraciones de bajo umbral el revólver de servicio
Se hizo un silencio letal
El joven policía se durmió
La Sombra entro por su pabellón auditivo...
El mero contacto con el arma preludiaba un crimen.
De súbito una llamada de servicio nuevámente.
La mesa de la muerte estaba servida.
..
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales