Miro hacia arriba cada noche y siempre veo el mismo techo blanco, solitario, sin nada alrededor que le acompañe, sin un rayo de luz que le ilumine.
Esa sensación de mirar ese techo es la que siento yo cada día, tener ese sentimiento de estar completamente sola, sin tener a alguien con quien poder aislar todos mis problemas, toda mi oscuridad que cada vez me envuelve más y más.
Veo a gente alrededor mío, hablándome, explicando sus problemas, sus momentos de felicidad y tristeza, pero realmente, esa gente no sabe nada de mí, no sabe si tengo problemas, si cada día estoy llena de felicidad, no saben nada de mi porque nadie me conoce realmente.
¿Porque la gente finge ser feliz con una persona cuando realmente está rota por dentro? Porque siente que no es importante como esté ella, no quiere aparentar debilidad, victimismo, ser el centro de atención, dar tristeza.
Así es como mucha gente se siente, tiene esa oscura sensación de que a nadie le va a importar realmente como esté y la solución que hay es fingir que todo está bien, sonreír cuando no tienes fuerzas para hacerlo, reírte cuando realmente quieres llorar, gritar y pedir a gritos un minuto para poder desahogarte, quitar esos problemas oscuros y sentirte bien por un simple minuto.
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