Pesadilla Televisiva

Era media tarde y la mayoría de los operarios ya estaban en sus respectivas áreas. David estaba contento porque su compañera de piso la había venido a ver al show, era como si fuera su hermana pequeña. Mientras configuraba su videocámara para empezar a grabar la entrevista a un célebre artista de teatro, repentinamente experimentó un dolor inusual en la herida que tenía en la pierna, pero se desentendió de su malestar y siguió con su labor. 

El presentador y el entrevistado salieron a escena y se acomodaron en sus respectivos sillones; David y los otros operadores empezaron a grabar los planos correspondientes durante todo el encuentro, durante un corto período sintió un dolor punzante en su cabeza, su cámara dejó de grabar y unos segundos después todos los demás operadores se fijaron en él y fueron a ver que le había ocurrido. Repentinamente David enloquecido atacó a su compañero operador y a su ayudante de iluminación. En el plató emergió el descontrol y el pánico, el público salió corriendo hacia todas bandas, llegando hasta la salida de emergencia bloqueada y no poder salir. Al otro lado del plató de televisión una chica joven permanecía quieta con las piernas temblorosas viendo todo lo que estaba pasando, así que hizo un enorme esfuerzo y se escondió detrás de una estantería de objetos y cables, se inclinó hacia abajo llorando silenciosamente con los ojos cerrados llorosos y susurrando –esto no es real, esto no es real. El estudio de televisión se oscureció y solo una luz suave enfocaba el centro del mismo escenario, en el que se encontraba David con su ayudante, ambos aparecían de pie en el foco con una respiración penetrante y mirada perdida con todos los cuerpos del público y de los trabajadores en el suelo difuntos rodeándolos a los dos. Todo estaba en silencio, pero alrededor de ellos se oían murmullos de incontable gente susurrando con voz temblante.

En ese instante la joven chica se despertó fría en su dormitorio y con la ventana abierta donde filtraba una suave brisa de principios de invierno. Había soñado con su compañero de piso que tanto le quería, había tenido una pesadilla que uno no quería recordar. Laura se levantó de la cama, fue al baño, se lavó la cara y caminó a la cocina a desayunar. Parecía todo tranquilo; así que desayunando cogió el mando a distancia de la televisión y la encendió. Estaban dando las noticias, el presidente del gobierno había declarado el estado de emergencia y narraban que algo estremecedor había ocurrido en un plató de un canal de televisión y luego se esparció el horror por todas las ciudades. La reportera que se hallaba en las calles proporcionando la reseña dialogaba con voz temblorosa y alterada; en ese mismo instante el cámara se fijó en el fondo de la imagen que captaba y vio a una persona corriendo hacia ella, el operador le gritó que corriera, pero no le dio tiempo y fue mordisqueada por el individuo. La multitud infectada se abalanzaba a los otros infectándolos. La joven que miraba la televisión oyó ruidos por las escalinatas de su vivienda, David junto a otros infectados subían corriendo, su compañero ya infectado olió su peculiar perfume y se abalanzó hacia su puerta y la derribaron, cuando estuvieron todos dentro se quedaron mirándola desde el mismo lugar, así que Laura viendo que su pesadilla se había hecho realidad, cogió un cuchillo se lo clavó en el corazón cayendo su cuerpo al suelo. Ellos se acercaron lentamente a ella, se agacharon paulatinamente y se la quedaron mirando.