Apaga las estrellas
que hoy arderá la luna,
roja luna de sangre,
la que ignora horizontes
ondulando mares
gobernando mareas.
Ígnea mirada
como humano amante
tangibles intenciones
de sugerentes placeres
voraces llamas
que transforma en brisa
Una estela de besos,
brasas apasionadas
me persiguen
y perfuman mi piel,
me dejo atrapar
por su etéreo aroma
exhalando deseo
excitando mi imaginación
por su ígneo influjo
tentándome,
provocándome en su rojo intenso.
Y al fin, vencida
beso el aire donde existe
para sentir sus suspiros,
marea creciente
que interna deviene
magnética sobre mi cuerpo
mientras el divino satélite
insiste en su necesidad
de hacerme suya
dibujando suspiros y éxtasis
bajo el eterno azul de luna
impregnado del infinito brillo
de una quimera encendida.
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