Grito. Relato corto.

     El grito desgarrador rompió el silencio. Todos habían anticipado que algo iba a pasar cuando su compañera abriese la puerta que casi siempre estaba cerrada. Otros, más valientes, se habían ido en silencio... ese silencio que daba esperanza. Quizás, después de todo, al otro lado no hubiese nada o quizás hubiese algo tan terrible, que ni siquiera la voz pudiese escapar a su terrorífico hechizo.

      No, el grito no probaba nada, el grito no convertía a su compañera en cobarde. Después de todo, había llegado a la puerta, había conseguido abrirla sin que sus piernas flaqueasen. Había sido muy valiente. 

     Se necesitan más valientes, más héroes dispuestos a sacrificarse por el bien común. Allí, al otro lado, quizás hubiese una horrenda criatura, un ser que se alimentase de humanos, un mostruo que reclamase el cuerpo o quién sabe si incluso el alma de las víctimas condenándolas eternamente.

Pero todo eso solo eran especulaciones, nadie, a este lado de la puerta, sabía nada.

      Me llamo... bueno, eso no importa. El caso es que estoy cansado de vivir bajo la amenaza. Tengo un plan, una idea. Si la teoría del devorador de hombres es cierta entonces ahora, saciado su apetito, es el momento de ver de que va todo esto, incluso, quién sabe, se pueda llegar a un acuerdo con lo que sea que se esconda en el misterio.

        Me tiemblan las piernas y el nudo de nervios en el estómago casi no me deja respirar, pero aun así logro caminar hasta la puerta. Sacando fuerzas de dónde no creía tenerlas apoyo mi mano en la puerta, empujo y doy un paso al frente... Grito.