Kirril y Mánquira
Nunca se supo realmente el origen ¿ni cómo es que llegaron? , lo único es que desde se posaron sobre la entrada del cañón se adueñaron del agua y de nuestras vidas. Un anciano nos contó que su abuelo fue testigo de verlos llegar, en esa inmensa cúpula plateada, descendieron suavemente sobre la entrada del cañón los que fueron testigos en ese momento pensaron en entonces que eran enviados de algún Dios. Grande fue su desilusión cuando terminaron por comprobar que solo eran simples ladrones que vinieron por el agua del riachuelo que discurría al cañón y la luz solar, la cual no lograron disfrutar nunca jamás.
Se llama Kirril, una niña de las que viven debajo de la cúpula, existen, dos tipos de pobladores los de arriba quienes se autodenominan ‘’Ocupantes’’ viven en la cúpula y los que habitan allá debajo de ella llamados ‘’cocidos’’ este apelativo se debe al color de su piel cocida por los hongos y altas temperatura de debajo de la cúpula., que a plomiza la piel.
Kirril vive con su padre, un agricultor de hongos y su hermano menor Narvil un inquieto niño de apenas ocho años. Kirril desde muy pequeña aprendió el oficio del hilado de raíces, confecciona hilos y cuerdas que luego intercambia en el mercado por otros productos. Es una niña como muchas de las que habitan debajo, llena de sueños, frustraciones e interrogantes, destinada a una vida enclaustrada debajo de la cúpula, ella si bien de una apariencia muy frágil es fuerte de espíritu y como no serlo? Si debajo hay que serlo o morir, en un lugar donde abunda la desnutrición y las enfermedades estomacales. Sólo se tiene un par de horas de luz de sol filtrada?, o luz solar indirecta. El agua que alguna vez corrió libre por el cañón ya no corre más, la única fuente de agua son los colectores de aguas negras y residuales que son descargadas por los de arriba, agua contaminada no apta para el consumo humano, agua de cloaca que tiene que ser colada con filtros de tela para poder separar los excrementos que en ella flotan para luego ser decantada, hervida o en algunas ocasiones destilada pero aun así no es suficiente para descontaminarla. En el tiempo en que llegaron (los ocupantes) porque así son llamados por Kirril y su gente, se posaron sobre la entrada del cañón colocando leyes sobre el uso y tenencia del agua cuya principal ley fue que nadie que no sea un ocupante podría darle el primer uso al agua, el agua es propiedad de los Señores Ocupantes y eso era indiscutible era un hecho que se sustentaba en la teoría de la superioridad de especies, ley que ellos mismos trajeron consigo. Segunda ley: Nadie de abajo ha de subir a la cúpula o aventurarse fuera del cañón bajo pena de muerte, esta segunda ley se sustentaba en el principio de la piedad. Que rezaba lo siguiente todo ser inferior por selección natural debe ser sacrificado para que otro ser superior pueda satisfacer sus necesidades de desarrollo Los asistentes, personajes en su mayoría, mercenarios que actúan con sórdida y demencial violencia, al servicio de los ocupantes, estos gozan de todos los privilegios y status de un ocupante pero están bajo las ordenes de los primeros y velan por la seguridad y mantenimiento de la cúpula
Bajo aquella cúpula el padre de Kirril mantenía una conversación con Edmundo el Hacelotodo sobre la baja de presión y caudal de las aguas residuales, cada día la contaminación era mayor era por eso que don Edmundo había diseñado un artilugio que ya estaba poniendo en práctica desde hacía un tiempo en una pequeña escala este, armatoste llamado digestor consistía en descomponer las materias toxicas en el agua y producir gas inflamable esencial para producir electricidad y combustible, esta máquinas de simple diseño utilizaban los excrementos que abundaban en el agua , estos excrementos era almacenados en pozas grandes y bidones cerrados ,con tubos que salían y entraban de estos para evacuar los gases que estos producían gas que era suficiente para satisfacer en algo las necesidades.
Don Edmundo para los que aún no lo saben es uno de los más antiguos entre la gente de Kirril, se decía que él había estado presente cuando llegaron los ocupantes en su cúpula, cosa que nunca confirmo y nunca negó.
Todo un conocido en la ciencia Don Edmundon fue el creador de los nuevos filtros, los Digestores, las nuevas técnicas de procesamiento de aguas y aire, así como el que mejoro los hongos y las raíces. Una suerte de genio científico, mecánico, medico, químico .Kirril ajena a todos estos nuevos problemas ,jugaba con Narvil, su único hermano y lo más querido en su vida, jugaban a las escondidas por el lecho seco de lo que alguna vez fue un riachuelo ,disfrutaba mucho de su hermano ,ella sabía lo que era perder un ser querido hace años atrás perdió a su madre víctima de una tifoicurlosis la epidemia que se propagó mucho antes que se inventaran los digestores y los excrementos no eran, tratados correctamente solamente enterrados ,esa falta de previsión causo muchas muertes siendo una de las victimas la madre de Kirril.
Kirril ella nunca exteriorizo su dolor o su pena para no causarle más dolor a su padre, pero lo cierto ella extrañaba muchísimo la compañía de su madre por eso algunas veces venían a su mente algunos recuerdos y no muy gratos, recuerda que ella se podía ver en el reflejada en los grandes y almendrados ojos de su madre. Aparte de eso recuerda solo la tos grave y una sonrisa amarga.
Aun así Kirril es una niña que tiene sueños y curiosidades alguna vez le fascino la idea de subir a la superficie , conocer sobre aquel mundo que se le negó, que sólo era tema de historias, cuentos y leyendas en donde el agua es pura y existe algo llamado cielo, un cielo que es aún más peligroso que el infierno en la que ella vive, no había que aventurarse a subir, ya muchos lo habían intentado y logrado pero fueron muertos y sus cuerpos devueltos por el colector con mensajes amenazadores y con una copia de las leyes sobre el agua.
En una oportunidad cuando jugaba a las escondidas con Narvil, como era usual por el lecho del río seco, Narvil se escondió demasiado lejos, a causa de ello Kirril descubrió un antiguo y casi enterrado camino empedrado, ella había jugado muchas veces por allí, “pero primera vez que se alejaba tanto y se percataba que existiera algo así instintivamente decidió seguir hacia donde conducía ese camino y su hermanito detrás de ella.
La veredilla empedrada daba a una cueva muy pequeña por donde solo podría pasar una persona a la vez alguien tan delgado y pequeño como lo era ella o Narvil, así que decidieron entrar y seguir caminando, la estrechez de la cueva era tan incómoda en algunos tramos que faltaba el aire, en otros corría tal viento de succión como si alguna garganta gigante les tratara de gritar que regresen , pero poco a poco la estrechez dio lugar a la comodidad y a la iluminación de un sistema de túneles que llevaban en muchas direcciones, era tan difícil poder orientarse pero mucho más fácil aun perderse, no tardaron mucho en perderse, Narvil el pequeño estaba muy nervioso y rompió en llanto, nunca había estado tan lejos de casa, pero su hermanita lo tranquilizó diciéndole: que ella lo llevaría a casa que no se preocupase, que no se habían perdido, que solo no recordaba muy bien por donde era la salida, extraña explicación pero que le convenció al asustado Narvil.
Después de muchas horas de caminar entre la oscuridad del túnel y sentir que bajaban y subían? Se pudo ver una luz al final de uno de los túneles_ ¿Ya ves? Te dije que encontraría la salida? Pero al salir del túnel el panorama era otro Kirril y Narvil habían salido fuera del cañón estaban arriba, ¿no sabían cómo? Pero estaban arriba? Kirril no sabía qué hacer, ella sabía que subir le podría costar la vida y no solo la suya también la de su hermanito quien no sabía del peligro que afrontaban.
_ ¿Hermanita dónde estamos? Pregunto el pequeño mientras hacia el mayor de los esfuerzos para poder ver algo con tal tamaña brillantes de ese lugar , el verdor que se extendía frente a sus ojos, árboles frondosos, hermosas construcciones, colores claros brillantes y olores que allá abajo era difícil de encontrar. _ ¿Hermanita que es esto? Zzzzzzzzzzz…. ¡cierra el pico y no hagas ruido, tenemos que escondernos ¡_ dijo: Kirril
De pronto se sintió el sonido como el que hacen las pezuñas sobre una superficie dura, eran unas pezuñas acercándose seguidas de ladridos, eran perros, definitivamente eran perros, ellos ladran igual en todas partes. Se les oía muy enojados, no tardaron mucho en aparecer grandes fornidos y enojados. No les dejó más remedio que salir huyendo del lugar, Kirril era veloz ella era la más veloz de su edad, pero Narvil era un niño aún, un niño no muy fuerte y mucho menos veloz, el pobre no saldría librado de los perros ,ella pensó que su hermanito le seguiría detrás pero la verdad era otra Narvil había quedado paralizado frente aquella ferocidad de los perros , los mismo que se abalanzaron sobre el mordiéndole sin compasión alguna, Kirril giro hacia su cabeza hacia atrás ante los gritos desgarradores de su hermanito y no podía creerlo como su hermanito era despedazado por los fieros canes, ella corrió con todas sus fuerzas pero parecían kilómetros y no metros los que la separaban de su sufriente hermanito atacado por esos demonios caninos, hizo lo imposible por separarlos de Narvil, les arrojo piedras, pero estos no cesaban en morder al pobre Narvil quien ya no emitía sonido alguno. La tragedia fue interrumpida por un silbido, los animales dejaron automáticamente el cuerpo inerte del pequeño y se lanzaron a correr en dirección contraria a la de Kirril, como siguiendo el origen del silbido.
Pobre pequeño Narvil, pobre Kirril, una vez mas perdía lo que más amaba en la vida ¿a tan corta edad y tanta pérdida?
Anduvo un rato con el cuerpecito destrozado de su hermanito en brazos, tratando de reanimarlo, revivirlo, tratando de pensar que aún estaba con ella pero lo cierto es que era una pérdida irremediable, nadie la auxiliaría…..Nadie ¿a quién pedir ayuda cuando estas desamparada en dominios hostiles? Caminó largo trecho entre los arbustos, llorando como nunca antes lo había hecho esto hace preguntarnos ¿Que tanto se puede llorar con tan solo dos ojos?
El cadáver de Narvil se sentía más doloroso y pesado a cada instante, a cada paso, no tardaron en escucharse nuevamente los ladridos de perros. Kirril sabía que venían por ella, arrastro el cadáver del pequeño hasta donde pudo, pero ya no podía más, si quería salvarse ella misma tendría que abandonarlo, dejarlo una vez más.
_Hermanito te amo nunca te olvidare_, besó su frente y se perdió entre los arbusto, escapando de los ladridos, buscando, tratando de encontrar el camino que la conduzca de nuevo a su hogar, pero no obstante que buscaba, más se perdía.
Ya habían pasado varios días desde que se perdió, no había probado bocado alguno y se encontraba débil, por instinto salió a buscar algo que comer, Kirril nunca había visto a alguien de arriba no tenía idea de cómo eran ,pero se arriesgó y salió en busca de alimento o por lo menos algo de agua para saciar su sed, fue así que vio a la distancia un pequeña pileta y se acercó pero junto a ella había alguien ,al parecer un niño de arriba que jugaba junto ella ,la pobre se acercó con mucho miedo desconfianza pero la sed era mayor a cualquier instinto. Lo único que pudo pronunciar fue la palabra agua. El niño de arriba se sorprendió pero al mismo tiempo se hizo a un lado para que Kirril se acercase a la pileta y bebiera algo de agua.
La pobre sumergió la cabeza en la pileta y bebió toda el agua que hubiera podido beber ¡Nunca probó agua tan rica, tan cristalina, agua tan sana, sin ese característico sabor y olor a excremento y pensó ¿Que hubiera sentido mi hermanito al beber algo tan rico como esto? y recordó que su hermanito jamás volvería a beber algo en su vida y su lágrimas se mezclaron con el agua mientras bebía.
Cuando volvió a la realidad y notó que no estaba el niño aquel que encontró junto a la pileta jugando, volteó a todos lados y a lo lejos pudo ver que regresaba el niño acompañado de dos adultos y unos perros. Kirril huyo rápidamente con todas sus fuerzas a esconderse pero esta vez más lejos que nunca.
Se encontraba en los límites de la inmensa cúpula brillante tan llena de luz, tan distinta a la realidad de debajo de ella, no sabía si algún día podrá hallar el camino a su hogar, la pena es tan grande por la pérdida de su hermanito que piensa en dejarse morir, pero aun así sigue adelante porque aún le queda su padre. Después de arrastrarse, solo por las noches llego hasta pared de la cúpula y la rodeo buscando una abertura ,un sendero que la conduzca fuera de todo ello hasta que dio con una rajadura en la cúpula una muy pequeña pero lo suficiente para lograr pasar su desnutrido y escuálido cuerpecito, logró pasar con algo de esfuerzo y con algunas raspaduras.
Lo de afuera de la cúpula era algo inimaginable, mucho verdor y el sol casi no le dejaba ver .Abundaba el aire fresco y corría algo llamado viento, pero al mismo tiempo había más ocupantes de arriba transitando por los alrededores ,lo que le obligó a esperar la noche y tratar de escabullirse entre ellos
Llegada la noche Kirril logró pasar inadvertida entre las sombras, rodeó las paredes de roca y tanteando en la oscuridad encontró una pequeña abertura entre ellas en donde poder protegerse del frío y de los perros pensó ella. La abertura era muy pequeña pero en su interior era más amplia y daba a una especie de recinto, no tenía más oportunidad que arrastrarse hasta el interior de la abertura, al parecer no había ningún tipo de animal dentro, aparte de ella y descansó por unos minutos, después despertó con la pesadilla de que era perseguida por los perros, al mirar alrededor pudo distinguir una sombra en un rincón de la pequeña cueva. Su curiosidad la llevo a investigar y se incorporó de pie y tanteo el bulto, fue una gran sorpresa para ella aquel bulto le hablo, era alguien que descansaba recostado sobre una de las paredes. Jola _saludó a Kirril –la niña sorprendida solo atino a preguntarle_ ¿Quién eres también huyes de ellos?_ ¿De los perros? Sin recibir respuesta inmediata de quién al parecer descansaba en la cueva. Kirril se acercó y le tocó y el que descansaba le habló: _ ¿Quién eres porque me despiertas?_ .la pobre respondió: _ soy Kirril de los de debajo de esta cúpula perdona por entrar a tu cueva pero es que huyo de los perros que matan, ellos mataron a mi hermanito Narvil. Quiero regresar a debajo de este infierno a mi hogar, mi padre debe estar muy preocupado y ahora que le diré?_. Poco a poco la pobre le narró al desconocido lo que era y fue su vida, de cómo los ocupantes se adueñaron de la entrada y salida del cañón, de cómo se adueñaron del agua y la leyes que hay sobre la posesión y uso de esta. Fueron muchas horas de narración y lágrimas por parte de Kirril, de cómo había perdido a su madre, a su hermanito.
Kirril termino su relato y quedo en silencio se enjuago las lágrimas y dijo al desconocido _ ¿cómo te llamas? _Mánquira, me llamo, Mánquira_: respondió el extraño _siento mucho todo lo que te ha sucedido son acontecimientos que me llenan de una sensación de tristeza y enojo, ¿Amabas mucho a tu hermanito? _si_ respondió: Kirril era lo que más amaba en esta vida.
_Sabes? a tu hermanito ya no podemos ayudarlo, pero a ti, si podré ayudarte, diciendo esto Mánquira se incorporó en pie, allí fue donde Kirril pudo observar que Mánquira era alto y se dijo a ella misma, _Mánquira es fuerte, Mánquira es bueno, Mánquira, es inteligente. ¡Mánquira era un robot y ella no lo sabía! Como saberlo si nunca había antes uno?
Salieron de la pequeña cueva, Kirril salió, rápidamente pero Mánquira tardo algo más, pero gracias a su fuerza él pudo hacer algo más ancha la abertura de la cueva y salir sin dificultad.
Se pusieron en marcha decididos. Liberarían, el agua, ya no habría más perros que maten a los hermanos pequeños, ya no más aguas contaminadas, todos beberían de la misma agua limpia.
Kirril caminaba pasos detrás de Mánquira sin conocer el rumbo exacto ,aunque Mánquira parecía conocer la ciudad perfectamente, ella lo seguía en silencio mirando en todas direcciones percatándose de la presencia de los perros, el miedo a los perros era más grande que cualquier otro que haya sentido antes.
Edificios altos y modernos se descubrían ante ellos, pareciera otro mundo muy diferente a las cuevas en la que ella vive ,las calles alborotadas con ocupantes que asombrados, sorprendidas, asqueadas por la presencia de esos dos extraños, cocidos parecían decir. No, son dos cocidos hablaban entre ellos y fue así que en cuestión de minutos fueron rodeados por un contingente de asistentes equipados con muchas armas y perros, Kirril estaba aterrada, no tanto por los asistentes y sus amenazadoras armas? Los perros eran para ella los seres más terribles que había conocido en su vida.
A una señal los asistentes soltaron a los perros los que se abalanzaron sobre ambos, pero para sorpresa de todos, Mánquira en lugar de correr o huir arremetió una sarta de golpes certeros contra los perros los cuales salían disparados contra el piso cayendo seca y pesadamente sobre suelo, la niña aguardaba tras de Mánquira y observaba sorprendida lo que podía hacer su nuevo amigo. Es un maldito robot_ escucho decir a uno de los atacantes. _Abran fuego contra el robot_, estas palabras fueron seguidas por estallidos que asustaron mucho a la niña pero, Mánquira desvió su ataque en dirección de los asistentes y sus armas. _El agua, el sol insolentes como se atreven?_. Asestándole golpes en contra de sus atacantes que aumentaban en número, venían más y más asistentes el número se incrementó al igual que los perros. Mánquira tomó a Kirril por la cintura y se echó a correr con ella evitando los ataques. Pero al salir de un callejón se encontraron frente a frente con un vehículo de acero en cuya plataforma iba montado un cañóncete, con el cual abrieron fuego sobre Mánquira hiriéndole severamente, instintivamente Mánquira puso a Kirril a salvo colocándola a un lado y se enfrentó al vehículo asestándole golpes y hundiendo su carrocería, pero el daño estaba hecho, el pobre Mánquira estaba herido de gravedad
Kirril observaba a unos pasos detrás de él, pero en un descuido fue tomada prisionera por un asistente, Mánquira que seguía en su lucha contra el vehículo nada podía hacer la severa herida estaba afectando su fuerza y su velocidad, solo podía contemplar sin fuerzas como se llevaban a su joven protegida _volveré por ti Kirril, volveré te ayudare te lo prometí _ fue lo último que la niña escuchó de su protector antes de ser conducida prisionera lejos del lugar.
Kirril fue llevada a empeñotes y golpes a los calabozos para su ejecución, era la ley ningún habitante de los de abajo podía subir y mucho menos mostrarse tan abiertamente ante ellos. El agua limpia era solo privilegio de los de los arriba así como sus calles y el privilegio del libre tránsito. Pobre Kirril ahora estaba sola, golpeada, encerrada en una prisión, esperando por ser ejecutada algo que tardaría en llegar. De algo de lo cual se jactaban los de arriba es que fuera una ejecución sanguinaria, mutilatoria, de la cual puedan disfrutar. Dos meses tardaron las torturas y vejámenes a la niña. Diseñar algo realmente aterrador y cruel la pena del Barduk. Consistente en colgarla de brazos y colocarle un catéter a la vena y hacer que este gota agota drene la sangre de la niña, muy aparte se le sumaba él unos diodos eléctricos que emitían pequeñas descargas que impedirían que se desvanezca. Ver que tanto podría resistir hasta la muerte era un disfrute para ellos... En una noche oscura, donde la luna en el cielo era el mayor de los ausente, Kirril esperaba dormida el amanecer de su ejecución.
Detonaciones y gritos rompieron el silencio despertando ala pobre niña, algo sucedía algo muy grueso, los asistentes corrían de un lado a otro y los perros no dejaban de ladrar.
Las detonaciones se iban acercando al recinto en donde ella se encontraba recluida, los gritos se oían cada vez más cercanos. La pared del calabozo retumbo y fue rota partida en dos la niña pudo ver a un Mánquira algo más violento y fuerte que de costumbre que de un solo golpe redujo los barrotes de la celda a hierros retorcidos _ ¡sígueme! Le dijo Mánquira. _Ya se lo que tenemos que hacer_ y salieron de las celdas, Mánquira era muy rápido, apenas Kirril podía seguirle el paso, uno a uno su formidable amigo protector derribaba a cualquiera que se le pusiera al paso, frente a ellos se colocó uno de aquellos vehículos que antes habían sido su perdición ¿Mánquira ya no estaba para perder el tiempo con vehículos de acero así que le dio rápidamente curso alzándole en peso y estrellándolo contra un par de edificios. Esta vez iba en serio. Se dirigieron por los callejones y callejas hasta llegar a una edificación en la parte central, más antiguo que el resto que lo rodeaban y aunque este no llevaba mucha relación con los que había a su alrededor. Mánquira derrumbo el portón reforzado, de un solo golpe entro y despachando en un dos por tres a los guardianes de este. Luego se dirigió a lo que podríamos definir una especie de amarras o cerrojos y pronuncio solo estas palabras ‘el agua es un derecho……………. _Te prometí que te ayudaría’’_ y tiro con todas sus fuerzas de los cerrojos. Esto tuvo consecuencias casi inmediatas se sintió un remesón en toda la ciudad y la cúpula tembló, Mánquira había desatado la cúpula y esta se empezaría a elevar, luego tomo un mueble grande de bronce que estaba cerca y lo arrojo sobre el mecanismo que controlaba el manejo de la cúpula, el cual exploto y la cúpula empezó a humear de un costado. Tomo a Kirril por la cintura y se marcharon corriendo en retirada, Kirril se sentía muy débil habían pasado muchos días de maltrato en esa celda, casi nada de comida si ella ya era delgada esta vez se encontraba en los puros huesos. La cúpula ciudad se elevaba rápidamente y ganaba altura.
Mánquira llego hasta filo de la cúpula desde donde se podía ver la altura que había alcanzado esta. Unos 30 metros del suelo aproximadamente. Mánquira se dejó caer con Kirril en brazos, la pobre niña no resistió tanta impresión y se desvaneció. Para luego despertar ya en tierra con la luz de sol. Fue grande su sorpresa cuando vio que la cúpula y los de arriba habían desaparecido. Ya no mas perros, ya no mas agua sucia, el cañón estaba despejado y podía verse desde arriba su hogar y veía como corría el agua por lo que antes era el lecho del río seco. No pudo contener la alegría, esa alegría que viene acompañada de lágrimas y recuerdos, recuerdos a los que nunca se pueden evitarse recurrir. Su vista busco a su acompañante al cual no pudo encontrar. En su camino a casa. Se dio con la triste sorpresa de encontrar el cuerpo destruido de Mánquira, con el orifico de misil que sufriera aquella vez cuando lo vio por última vez parecía haber estado más o menos unos de meses, ya estaba oxidado y se pudo dar cuenta que Mánquira no solo era un robot jamás pudo sobrevivir a aquellas heridas, de aquel combate en contra de aquel vehículo y los asistentes pero aun así cumplió con su promesa Kirril lloró y rio, por Mánquira, por Narvil, por el agua, por la luz solar. Y regreso a su hogar sola, triste por lo sucedido con Narvil pero alegre por lo del agua y la luz del sol, contó a todos lo sucedido, su padre entendió y festejo el retorno de su hija y lloraron la desaparición de Narvil .A Mánquira se le agradeció por siempre.
Las leyes antiguas sobre uso y tenencia del agua fueron desechadas, se prometió que nunca más nadie debía recibir agua sucia, que nadie persona animal o planta debía recibir agua contaminada. Don Edmundo Hacelotodo se dedicó a diseñar piletas cascadas y demás estructuras que funcionaban con agua, pero sobre todo formas para tener el agua siempre limpia y construyó juegos de agua, pero eso ya es parte de otra historia.
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