La suicida

Fue el caso de intento de suicidio más raro de toda mi carrera como policía. Ocurrió en la calle Manojo de Rosas. Minutos antes, unos vecinos nos avisaron de unos ruidos. Cuando llegué al piso, no había muebles, las paredes estaban llenas de papeles sobre conspiraciones. La chica estaba obsesionada con eso, y se obsesionó. Estaba subida a una silla, apunto de ahorcarse, se giró, y le dije:

-         Nos han avisado los vecinos.

-         ¡Que les den! – dijo la chica -. Voy a hacerlo. Sé de qué va esto, la técnica del falso amigo y todo eso. No va a funcionar.

-         No espero que funcione. Aunque no quiero que pase nada malo. Hoy es mi cumpleaños. Sería una pena que una chica tan guapa como tú se ahorcara en mi día especial.

La chica estuvo un rato dudando, y al final dijo:

-         ¿De verdad es tu cumpleaños?

Se bajó de la silla, fue a la cocina y preparó café, ya que no tenía nada mejor que ofrecerle para celebrar su cumpleaños. Cuando me dio la taza, vi que tenía cortes en las venas, lo había intentado antes. Me dijo que antes era una chica ejemplar, pero había cambiado drásticamente.

Me contó por qué intentó suicidarse. Se creía que la estaban investigando, ya que estaba muy cerca de algo muy importante, creo que era algo del 11-M. Empezó a arrancar papeles de las paredes, diciendo todo lo que había investigado. Debí haber dicho algo tranquilizador, algo que la hiciera parar, pero que quedé quieto, me bebí casi todo el café y pregunté:

-         ¿Tienes más café?

Pasó media hora y pareció tranquilizarse, así que me fui. Salí del edificio y, cuando me iba a subir al coche, oí cristales rotos. La chica había saltado por el balcón. Me acerqué, le vi la cara y me pareció ver una sonrisa en su cara