Denunciar relato
Huimos
de esos momentos de placer
que nos hacen volvernos locos.
No deberíamos.
La demencia es parte
del buen amor,
siempre que no nos obsesionemos
con la perfección.
Nos fugamos
hacia ese trance que rememora
la parte final con su principio
en un bucle de dicha
que nos hará eternos.
Después de largo tiempo huimos, sí,
para encontrarnos,
para volver a ser.
Cada vez lo veo más claro.
Juan T.
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