Lluvia de invierno
Por ignacio rain
Enviado el 23/08/2021, clasificado en Amor / Románticos
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Algo en mí sabía que se avecinaba la lluvia,
las nubes se agrupaban y se oscurecían
formando remolinos en el cielo.
Atrajeron mi mirada, asomaron sin permiso
grandes trozos de nostalgia.
Cerca de mí, diarios, hojas, volaban y
bailaban al son del viento que formaba aquel
imponente y hermoso Vórtice.
Las calles se tornaban grises,
cada vez transitaban menos vehículos.
Hay iba yo, en silencio, paranoico,
caminando junto a aquella chica que sin haberme
dado cuenta poseía mi corazón en sus manos.
A metros de su casa esperaba ansioso
que me regalara su sonrisa, que sus lindos ojos
me mirarán con amor, que me abrazará el alma.
Pero cuando decidió voltearse hacia mí,
supe que algo andaba mal, algo en ella era diferente,
sus ojos me miraban, pero no me veían,
su sonrisa ya no estaba para mí.
Hasta su aura había cambiado.
Me miro y, como suele suceder todo lo inevitable,
las nubes dieron paso a las primeras gotas de agua
y ella a las primeras palabras de despedida,
las cuales obligaban a la lluvia mezclarse
con mis lágrimas.
Yo sin poder hablar, inmóvil, tembloroso.
El tiempo se congelaba.
Solo pude notar lo tanto que la quería,
porque talvez, Algo dentro de mí sabía que sería
la última vez que la vería.
La última vez que sentiría su aroma,
ese peculiar perfume que aunque lo lleven enzima
otras chicas solo me puede hacer recordar a ella.
Se despidió con las palabras más frías,
en una voz tan cálida. Me beso y se marchó.
Camine a casa empapado en tristeza,
bajo nubes negras que no me pretendían
dejar en paz.
La lluvia continuo por semanas debido al invierno.
Pero aunque las estaciones cambien y
sigan pasando a lo largo de los años.
Yo sigo habitando en la lluvia de su invierno,
viendo las calles grises.
El bello remolino de atardecer, que emana de mi
los sentimientos de aquella vez.
Y así cómo llego a mí, se fue.
Como los sueños que suelo tener de madrugada,
recordando en la mañana y olvidando por la tarde
para volver a soñarla otra vez al anochecer.
Poesía sin marchitar.
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