Viento culposo, violento, irrefrenable, emites sólo vocales; te arrepientes de dejar sin techo un ranchito de indigentes, de arrancarle a la madre el biberón, que el llanto del bebé ahora no puede; de ver tras los cristales tantos señores ancianos en casa que desconocen al despertarse, pintando el estupor sus rostros; de despeinar cabecitas de pibes en el barro, caritas de chocolate... te llevas cartones, prendas... no es tu culpa, sí del magro interés de quienes deben arreglarlo...
Hay algo hermoso viento que aún no has contado,, yo sí, vi las ramas con sus brazos de flores preñadas y de perfumar los aires, también te harás cargo... es la primavera y esos olores, los mejores de la tierra, prendidos a tus crines harán la vida más bella.
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