Soy afortunad@ porque en medio de la tormenta y cuando más arrecia el viento alguien me espera y me guía para que pueda fijar el rumbo.
Porque cuando acude a mi rescate puedo llorar de alegría, por las veces que lo hice por pena.
Porque un ¿cómo estás? se puede decir sin palabras.
Porque para mí hay un refugio, donde el mar siempre se encuentra en calma.
Porque el sol aparece para espantar mis tinieblas.
Porque hay una mano presta a librarme de los abismos.
Porque sin pedirlo surgen esas palabras que hacen mejor la jornada.
Porque con creces recibo de vuelta todo el cariño que doy.
Porque descubrí la paciencia y la empatía en una fuente que no se seca.
Porque vi a la bondad caminando a mi lado.
Porque la esperanza llama a mi puerta cada vez que me encierro.
Porque no importa el tiempo que pase, tan solo el feliz reencuentro.
Porque hay personas que curan y son un preciado regalo, la confianza para vivir cada día y la fuerza para superar el pasado.
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