No preguntes quien mató a Batman

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Ciudad de Gotham o Gotham City, 8:05 de la mañana. 

 

Hace un rato que salió el sol en la ciudad, y yo sigo en la cama, la resaca me hace sentir que la cabeza pesa más de lo que debería, me cuesta reaccionar, y ya llego tarde al trabajo. Golpean dos veces en la puerta de mi minúsculo apartamento, me cuesta tanto responder que dudo que quien llama me haya escuchado. Sobre se cuela por debajo de mi puerta, quien quiera que llamase se ha ido, y a mi todavía me cuesta pensar. Me levanto lenta y pesadamente, es como si pesase veinte o treinta kilos más, a pesar de esos kilos de resaca que ahora me sobran, consigo levantarme y arrastrarme paso a paso hasta el sobre que recojo como si fuese mi anciano padre, pero con menos agilidad que él. El sobre es fino, no parece tener una gran carta en su interior, dudo mucho que sea de amor; tampoco veo seña alguna sobre él, no trae nombre alguno, ni mío ni de quien me la manda, probablemente sea una chaladura de los muchos colgados que hay en la ciudad, está llena de grillados que bien podrían estar en Arkham City, pero no hay sitio para tantos. La abro sin esperar gran cosa de ella, lo hago más por curiosidad, por saber que gilipollez me han mandado, del sobre saco una pequeña hoja, no más de medio folio en el que leo:

                                                             "No preguntes quien mató a Batman".

¿Qué?, no entiendo nada, ¿qué majadero ha escrito esto?. Sea quien sea tiene buena letra, estilizada, sin saltos entre letras, parece de alguien refinado y de buen gusto, demasiado para ser un chalado, y en el pequeño folio aparece el logo del justiciero enmasacarado. Parece una broma, y el logo podría haberlo comprado, falsificado e incluso robado cualquiera, la batmanía está servida en la ciudad, y esto podría ser obra de cualquiera, otra broma más de la gente que juega con la policia de Gotham. Dejo la nota y el sobre en la mesa del salón, no tiene pinta de ser algo que deba de tomar en serio, todo lo contrario que la razón que debo dar a mis superiores esta mañana en la que me va a tocar chupar turno extra por llegar super tarde. Mejor me hago un café bien cargado, que buena falta me hace.

En la cocina enciendo la pequeña tele del año 3 después de Cristo para ver las noticias de siempre mientras me hago el café. En la tele dan las noticias, pura felicidad; en lo que me hago el café, dan una noticia que me hace reaccionar y despertar de un sobresalto, tanto que ni siquiera sé si estoy haciendo bien el café. En ella están diciendo que esta mañana ha aparecido un hombre colgado del puente de Gotham. El puente une a la ciudad con Metropolis, y justo en medio fue encontrado el hombre. La noticia en sí es horrible pero no algo exclusivo, por si misma sería una más de las que lamentablemente hay en el mundo; lo que la hace significativa es que ese hombre iba vestido de ¡Batman!. El veterano reportero de noticias comenta que según fuentes no oficiales el traje no parece ser un mero disfraz, ¡dicen que es auténtico!. ¿Será que realmente alguien ha matado a Batman?.

¡La nota!.

La escueta nota del sobre me viene a la cabeza en lo que la cafeína empieza a correr por mis venas, ¿y si no es casualidad?, ¿y si no es una burda broma de un sonado?. La noticia corre como la espuma por la pequeña ciudad, enseguida está en boca de todos. Puede ser la mayor locura que haya recorrido la ciudad hasta ahora. 

Sé que me va a caer una buena bronca, y me la voy a tener que comer sin rechistar, pero he de ir a la comisaría cuanto antes, la nota no puede ser una anécdota más. Me visto rápido, y aunque seguro que me olvido de algo, no me dejo la nota que guardo dentro de un plástico tocándola lo menos posible y salgo a paso ligero a la calle. Parece un día normal, pero en el aire se huele que no lo es, no sé si se masca la tensión o soy yo quien la rezuma por los poros. Llego a la comisaría, en ella un buen revuelo, seguro que es por la noticia de Batman, sin dejar ni quitarme nada voy directo al despacho del comisario Gordon a quien oigo dar órdenes sin para, seguro que no es el mejor día para llegar tarde. Llamo a su puerta y entro sin esperar respuesta, aunque su cara en dirección a la mía lo dice todo, casi me mata con ella. 

__ ¡O`Neil, llegas tarde! __ no tengo disculpa ni excusa, así que directamente y sin decir nada le muestro el sobre dentro del plastico esperando que esto deje a un lado mi retraso y lo olvide. 

__ ¿Qué es esto? __ pregunta molesto. 

__ Es una nota que me dejaron esta mañana por debajo de la puerta, no sé quien fue, no me dio tiempo a llegar a la puerta. Mire lo que dice. __ La nota le dejó en silencio por un momento, un momento que duró hasta que dijo:

__Seguro que estabas en la cama durmiento la mona__.

Leyendo y mirando la nota una y otra vez por los dos lados, el comisario dijo que no podía ser casualidad, alguien quería ponerme en el tablero de este retorcido juego. A una orden suya llevé la nota a rastros para buscar huellas o cualquier cosa que nos llevara a quien la escribió o al menos al correo que me la coló por debajo de la puerta, y por su puesto no podía comentar esto con nadie, aún no. 

Todavía teníamos que saber quien era el hombre del puente, podría ser o no el auténtico Batman, podría ser cualquiera de sus enemigos, aunque todos sabíamos quien estaba en el primer lugar de la lista, y él también; y en medio de todo este caos solo teníamos una consigna:

"No preguntes quien mató a Batman".


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