Aullidos de Pasión

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Aquella noche jamás la olvidaré. La luna llena iluminaba en un cielo estrellado era una visión hermosa del firmamento. Esperé en silencio a que Eva volviera del baño. Ella estaba preciosa hoy. 

- Perdón por hacerte esperar cariño- dijo Eva saliendo del baño desnuda. Era una chica morena ojos castaños, delgadita con el pelo castaño.

-Nena, vuelve a la cama yo ahora voy - dije mirándola y sonriéndole desde la terraza. Ella asintió y entró en la habitación dejando la puerta entreabierta.

De pronto sentí una electricidad y una sensación extraña al ver como la luna aparecía entre las nubes.

-no, ahora no...- dije mirándome el brazo donde empezaba a aparecerme mucho pelo en las manos y en el cuerpo. Entro en la casa a tumbos, intenté suprimir la transformación. Mi lívido y mi hambre se acentuó. Entré en la habitación sin hacer ruido, no podía controlar mi cuerpo.

-Travis, ¿eres tú? - dijo Eva desde la cama. Ella encendió la luz y vio en la oscuridad de la habitación unos ojos rojos.

Di un paso hacia ella. gritó de pavor al verme y se quedó helada al ver que me acercaba a ella.

- no te acerques, no te acerques!!- grito ella tapándose la cara con la manta.

Me acerqué a ella y le arranqué la sabana revelando su cuerpo desnudo. Me acerqué a ella, aun gruñendo.

-No para, no puedo controlarme- dije yo para mi yo humano.

Me acerqué más a ella y empecé a olerla de arriba abajo. Algo en mi se despertó y empecé a lamerle los senos. Ella estaba aún congelada por el miedo, aunque después se calmó al sentir como le lamia y le besaba la boca.

Eva, entre el miedo y la excitación, se tendió y abrió las piernas. Entonces Travis empezó a lamerle todo bajando hacia abajo. Con un siseo Travis alertó y mostró su gran excitación. Eva colocó el monstruoso genital en su vagina, haciéndose uno a continuación. 

Entre las embestidas Travis gruñía e iba aún más rápido. Eva, se cogía en el pelaje de Travis y cada vez que la embestía sentía que se llenaba más y más, hasta que en un momento su cuerpo implosionó de placer a la misma vez que Travis gruñía y aullaba.

Se separaron y a la mañana siguiente Eva se despertó sola aun pensando en aquel momento con aquella criatura que dejo en su espalda un arañazo y algo más…


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