Denunciar relato
Como todas las mañanas subo medio dormido al metro de Madrid, son las 6 de la mañana. Ocupo el único asiento libre, abro mi lector digital y comienzo a leer un libro.
De repente levanto la vista y estoy solo en el vagón. ¿Dónde ha ido todo el mundo? ¿No pueden haber bajado todos de golpe? Estamos parados en la estación de Atocha, las puertas abiertas y la estación vacía. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde están todos los pasajeros?
Súbitamente noto un golpe en el hombro y una voz me grita: ¡¡Carlos!! ¡¡Despierta!!
¡Oh!, me he quedado dormido otra vez.
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