Salí a la calle con la intención de vivir el espíritu de la Navidad, pero estaba lluvioso, oscuro y mi ánimo decaído. Así que me acerqué al puesto de la Luz y me dije que hoy tomaría un cucurucho de bolitas luminosas, de las emociones de empatía, solidaridad y buen rollo.
A ver qué pasa!!!
Pero empatía no le quedaba y me ofreció compasión al estilo budista. No estaba mal. Probaría.
Me fui de allí tomando las bolitas como si fueran la ostia de la primera comunión.
Qué ricas!!!
No llegué lejos. Al primer mendigo que me cruzé, le dí todo el dinero que llevaba encima. Hasta me desprendi de las botas. Llegué al trabajo casi en pelotas, así que me despidieron. Como ya solo me quedaban los calzoncillos, vino la policía y me detuvo por desorden público.
Acabé compartiendo el calabozo con uno que se había tomado bolitas de luz de la variedad emocional "orgullo y deseo" .
No contaré que le pasó. Pero fue muy gorda, sólo decir que quería para él sólo todo el centro comercial. El tío quería barra libre, venga! Un todo incluido.
Después de estas experiencias, habrá que tener mucho cuidado con las bolitas de luz emocionales. Por supuesto, no pidas un mix.
Y aunque hoy me he levantado con resaca...
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
25/12/2021
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