Parece que fue ayer
cuando te vi aquella tarde de primavera
cuando me acerqué a ti, por vez primera
cuando la alegría en tu cara, pude ver
Parece que fue ayer
cuando posé mi mano en tu talle
cuando ambos nos miramos en la calle
y la vida volvió a renacer.
Parece que fue ayer
cuando a nuestras vidas llegó la alegría
cuando en nuestros mundos se abrían otras vías
y de pronto nos vimos crecer.
Parece que fue ayer
y sin embargo han pasado los años
y hemos vivido felices y sin desengaños
como nunca pensamos creer.
Pero hoy que la vida se nos acaba
que la muerte nos incita cada día
y no sabemos cuándo llegará ese día
que se ausente el bello semblante de tu cara.
Y pido a Dios que eso no pase jamás,
que cuando esté a punto de salir
la nave del olvido, que jamás volverá
nos encuentre juntos y de la mano, dispuestos a partir.
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