¿Acaso se puede revivir lo ido?. Solamente desandando el trecho que transitó el amor, hasta que dejó de serlo.
¿Acaso se pueden acallar los rumores de la tristeza? Es indudable que sí, cuando en puntas de pie se diluyan en el viento.
¿Acaso se puede hablar de alegría? Ciertamente cuando ella reine en la escena.
¿Acaso se puede hablar de esperanza? Seguramente, aunque los frutos de otras esperanzas no hayan madurado lo suficiente.
Sin embargo la esperanza es la madre de todas. Infinito e intangible espacio para cobijarlas. Hermanas de la ilusión.
Esperanza, chiquitita agazapada detrás de toda preocupación, tristeza, amargura. En atenta vigilia aguardando que los anhelos se hagan realidad.
...
Se ensancha, se muestra orgullosa en suaves gestos de liberados rostros, rehenes de la pesada tensión. Sus pasos apuntan al futuro, al porvenir, camina con el destino, con la vida. No invade, se instala allí donde el deseo la aguarda.
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