YO NUNCA LOS VI, PERO EXISTEN - Cuento breve
Por Adelina Gimeno Navarro
Enviado el 07/01/2022, clasificado en Cuentos
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YO NUNCA LOS VI, PERO EXISTEN
Me gusta escribir y estos días, lo he dicho y hecho muchas veces. Es la manera que tengo de llenarme de fantasía e ir haciendo realidad mis sueños.
Érase una vez una niña que a pesar de los años no quería perder la inocencia…
Es una noche muy especial en la que mucha gente lee y escribe sobre ellos. Los Reyes Magos, mágicos y que te traen regalos mientras duermes.
Sé que tienen magia, lo sé porque en una noche reparten los juguetes por todas las ciudades del mundo. Así lo pensaba y así lo sigo pensando.
Hay personas que no creen en ellos, pero saben que existen, yo nunca los vi y puedo decir que cada año me traen el mejor regalo que alguien pueda pedir.
Este ha sido así también, llega y a primeros de año siempre me pasa igual, el uno fiesta, el dos nervios, el tres la víspera y el cuatro, el día de mi cumpleaños.
Un día, del que decía mi madre, que los Reyes Magos me habían traído, y yo feliz de la vida de que se hubiesen adelantado.
Cada año de igual modo, la misma historia y el mismo cuento, la ilusión servida en una noche mágica que no quieres que termine.
Aquella noche de 1965 fue del modo que os cuento, mientras mi mamá me arropaba, mis latidos iban en aumento, era necesario que, al darme un beso, yo le preguntase…
- Y tú, mamá, ¿dónde vas ahora?
Su respuesta fue rápida y sin más explicaciones…
- A coser, tú duérmete rápido que esta noche vienen los Reyes Magos de Oriente.
No entendía el motivo de su adelantada visita un día antes, ni tampoco que volviesen un día después con más regalos. Estaba claro, eran mágicos…
Y para eso está la magia, para no pensar, no tenía que darle vueltas, seguiría abrazada a mi osito de peluche, ese, el regalo de mi cumpleaños, y seguiría soñando con la muñeca que les había pedido ese año, la que al día siguiente me sorprendería al verla vestida con ropa idénticamente a la mía.
Mientras tanto aquello sucedía, me iba quedando dormida, escuchando la máquina de coser de mi madre que usaba a toda prisa…
El sonido aquel me sedó, parecía los latidos de mi corazón ilusionado, hasta que me dormí plácidamente.
La magia nos envuelve y hace brillar todo lo relacionado con la ilusión, cuando se es niña todo es inocencia y una amalgama de sonidos asociados a las incógnitas.
Al despertar supe, de que aquella ilusión había sido una realidad gracias a que me dormí ilusionada y sabiendo que la magia de la noche más especial del año existe.
Desde el momento que mi madre me dijo que iba a coser…
Pero nunca los vi, ni quiero despertar para verlos.
Adelina Gimeno Navarro
https://escritoresyletras.wordpress.com/2022/01/07/yo-nunca-los-vi-pero-existen/
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