Denunciar relato
Aún despierto en plena noche,
tirado como un fantoche,
me pregunto qué ha pasado
con un normal ciudadano
que pasó de héroe a villano
sin saber en qué ha fallado.
El no pagar una cuota
no implica ser un pasota,
pues yo trabajaba duro
hasta el cierre de mi empresa,
cuando me hice la promesa
de ir hacia puerto seguro.
Mas no imperó la paciencia
ni asomóse la clemencia,
y ahora hago cola a diario
por un plato de lentejas
que o las tomas o las dejas,
¡maldito asunto bancario!
Es tarea milagrosa,
pero yo digo una cosa:
las vueltas que da la vida
nos pueden llevar a un viaje
donde es gratis el pasaje
y la suerte concedida.
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