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El respeto jamás se gana a través de leyes que obliga a respetarte. El humano es tan inteligente que siempre encontrará la manera de evadir la ley.
El respeto se gana a pulso: día a día, dolor a dolor, tolerancia a tolerancia, lágrima a lágrima,...
Así es la vida, no solo para la mujer, sino para todo ser humano.
El mundo es así, siempre encontrará algo para faltarte el respeto.
Pero no podemos vivir constantemente luchando contra la corriente.
Por suerte hay un camino alternativo...
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