-¡Un momento! Antes de que continúes... no veo cómo los sistemas culturales, religiosos, económicos, políticos... todos los sistemas sociales puedan restringir mi libertad. De hecho, soy libre de escoger el partido político que yo quiera, de escoger la religión que me parezca mejor, el trabajo en el cual quiera desempeñarme, soy libre de viajar, de pensar lo que quiera, decir lo que pienso, hacer todo lo que deseo. Como dice el catedrático español Fernando Savater, "no me queda más remedio que... ser libre"... y eso... no depende de ningún sistema social. Incluso... soy tan libre que puedo elegir ser esclavo. Por eso no entiendo... de qué libertad estás hablando. Que yo sepa... nuestra Constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) garantizan todos esos derechos y libertades. ¿Qué me dices sobre eso?
¡Claro... si te encuentras en la parte superior de la pirámide socio-económica, seguramente tendrás la libertad de hacer casi todo eso que estás diciendo. Sin embargo, los del medio y los de abajo no pueden decir lo mismo, aunque algunos lo hacen porque no tienen la claridad suficiente. ¿Que no entiendes de qué libertad estoy hablando? Hablo de la "Libertad" en su sentido más amplio, de la libertad como un don de la naturaleza, y no simplemente como un listado de derechos civiles. Hablo de la "Libertad natural", pero no en el sentido que concibe Jean Jacques Rousseau. Según este, la "Libertad natural" otorga a las personas un derecho ilimitado a todo lo que le tiente y pueda alcanzar. Tiene razón en el contexto en cual está hablando, es decir, filosófico, político y económico, racional... pero NO tiene razón si lo observas desde el contexto existencial.
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