Quería ser lluvia

Miró al cielo y vio como nubes de todas las formas y tamaños pasaban por encima de ella.

El ambiente estaba cargado. Olía a lluvia. Pero ésta aún no llegaba.

Mirando al horizonte se veía despejado. Pero donde ella se encontraba, las nubes se hacían amigas e iban uniéndose en una sola. Una grande y poderosa que cubría el sol por un tiempo indefinido que se alargaba cada vez más.

Tumbada en aquel banco de aquel parque alejado del centro, contemplaba las nubes. Veía la vida pasar mientras ella esperaba que tras su esfuerzo, pasara algo.

Llevaba tiempo con la cabeza embotada. Una pregunta se repetía en su cabeza: Si no me paro de esforzar, de luchar, ¿por qué no llega mi recompensa?

¿Cuánto tiempo más debía esperar?

Cerró los ojos cuando el sol comenzó a escapar de las opresoras nubes. Le dolían. Los tenía irritados y sensibles tras tanto llorar.

Tenía demasiados sentimientos encerrados en ella. Algunos llevaban tantos años que aunque ella los quisiera dejar salir y liberarse, éstos habían decidido quedarse y hacer un agujero más grande y profundo en su interior.

Una agradable brisa corrió por el ambiente trayendo consigo frescor, olor a pino y lluvia.

Tras unos minutos imprecisos, una gota cayó en su mano y tras un par de pestañeos, otra gota se posó en sus labios.

Abrió la boca esperando más gotas. Necesitaba refrescarse. Las gotas empezaron a ser más constantes. Comenzó a llover de forma copiosa pero ella no se movió un ápice.

Quería empaparse. Quería ser nube. Quería ser brisa. Quería ser lluvia. Que todo lo moviese. Que todo lo renovase.

Gracias por leer el relato. Espero que les guste. Gracias